Sano Manjiro, líder de la mafia más grande de Tokio, ha caído rendido ante los encantos de cierto rubio. Sin embargo, no ha podido acercársele pues tiene miedo de que sus enemigos atenten contra la vida de su amado.
Así que hace lo que toda buena...
Tiró la puerta de una patada, respiraba agitadamente, el sudor recorría cada parte de su rostro. Kazutora que hasta hace uno segundos estaba recostado sobre el sofá jugando con su celular, se acercó sonriente al pelinegro.
⎯ ¡Maldito Mikey! Bájate que ya llegamos
Baji traía sobre su espalda al rubio, quien lentamente abrió los ojos y, un poco sonámbulo, se bajó de su amigo.
⎯ ¿Qué paso con Draken?
⎯ Tenía que llevar a Emma al doctor
Masajeo sus hombros, a pesar que Manjiro se veía delgado y su cuerpo no había cambiado mucho desde que eran adolescentes el rubio era jodidamente pesado.
⎯ No sé cómo Draken pudo soportar esto toda su vida. ⎯ Acoto quejándose.
⎯ Misterios misteriosamente misteriosos.⎯ Acompaño su gran amigo.
⎯ Cállense. ⎯La voz del Sano por fin hizo eco en aquella oficina.
⎯ ¿Eso quiere decir que saldremos sin la supervisión de un adulto?
⎯ Baji, somos adultos
⎯ Un adulto responsable, Kazutora.
Ante la ausencia del de tatuaje el siguiente que podría encargarse de vigilar al trío de amigos revoltosos sería Mitsuya; sin embargo, este no regresaría hasta la siguiente semana de su viaje. Otra persona que podría cuidarlos sería Kisaki, el problema radicaba en que si él iba Hanma también se uniría; juntar a esos cuatro era una misión suicida
⎯ Sí bueno ¿Qué puede pasar? Después de todo solo vamos a observar el crush de Mikey.
El sonido de un ronquido hizo que ambos amigos voltearan, Manjiro se estaba quedando dormido nuevamente pues durante toda la noche estuvo festejando que conocería al pelinegro que casi no durmió.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Comenzaron con el pie izquierdo.
Desde siempre estuvieron acostumbrados a usar sus motos para desplazarse a cualquier lugar. No obstante, esta vez decidieron que la mejor opción sería conducir un auto. El único detalle es que ninguno sabía a la perfección como conducir, como resultado se perdieron y casi chocan unas cinco veces.
Por pura suerte llegaron en el momento exacto que Hanagaki Takemichi entraba al centro comercial, en el informe que Sanzu le entregó la noche anterior a Mikey, le relataba como el joven y sus amigos habían hecho planes para este día.
Antes de que se bajaran del coche, Kazutora le entrego a cada uno una gorra negra y gafas para el sol. Sin reprochar nada se pusieron las prendas y comenzaron a seguir al joven.
⎯ Mitsuya de seguro se hubiera arrancado los ojos. ⎯Baji fue el primero en comentar sobre la vestimenta del oji azul. Mikey le dio un golpe en el estómago.
