SeokJin tenía un brillo en sus ojos mientras veía al omega conejo comer su panceta de cerdo, hacía pequeños sonidos de alegría.
-¿Te gustó? -preguntó Taehyung al ver que su hermano no lo haría-.
-¡Sip!, edta muy ridco -respondió con una sonrisa sin dientes, haciendo sonreír al Tigre pelirrojo-
Jungkook se sentía muy feliz de la rica comida, además estaba con su alfa y ¡tenía sus uñitas bonitas!
¿Qué más podía pedir?
Por el otro lado estaba Taehyung, no había tocado su comida en todo el rato por admirar las facciones del menor, eran las que cualquier alfa desearía tener por omega pero ahí estaba, y nada más para el.
El pelirosa notó la burbuja en la que estaban encerrada la pareja, así que con cuidado tomó su plato de comida y se alejó con una ladina sonrisa.
-¿Adfa no va a comed? -preguntó el omega después de tomar de su vaso de agua normal, el prefería su leche de plátano pero no iba a insistir-
-No tengo mucha hambre -respondió tomando un sorbo de su té-
Jungkook lo miro unos segundos aún masticando su comida, a veces su hermano le decía los mismo muchas veces y se le hacía raro porqué lo veía muy delgado pero no era algo importante.
Con una pequeña sonrisa traviesas se acercó al plato contrario y lo tomó, robandose la comida de Taehyung.
Un fuerte trueno hizo que el conejo se asustara y dejara caer sus orejas y un pequeño pedazo de comida, los ruidos fuertes lo hacían temblar de miedo.
-Hey, ¿Estás bien? -habló Kim rápidamente levantándose de su lugar para ir al lado del menor, tomándolo entre sus brazos-
Taehyung sentía el cuerpo del omega temblar entre sus brazos, las grandes orejas peludas chocaban contra su cuello, haciendo que sus labios rozaran con las mismas.
-Truenos feos -murmuró el castaño escondiéndose en el cuerpo del mayor, el aroma a pera de Kim lo comenzaba a tranquilizar-
El Tigre asintió, con cuidado fue cargando el cuerpo de Jungkook para llevarlo de regreso al sillón de la casa pero en el trayecto notó como el mismo se quedaba dormido entre sus brazos.
-Ya casense -la voz se SeokJin sonó detrás del pelirrojo, sacándole un susto-
El mayor sonrió con burla y se fue a su habitación, la cara roja de su hermano le causaba gracia.
Taehyung por otro lado se escondió en el cuello del menor, aspirando su aroma a manzana, logrando relajarse de apoco. Lo llevaría a dormir a su habitación para que estuviera cómodo mientras terminaba algunos trabajos de la escuela.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Tranquilo, él estará bien -la voz de Rosé hizo que el alfa pelinegro detuviera el movimiento de sus piernas y dejará de morder sus uñas-
