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Sentí que alguien me empujaba y supe que no era Jonathan, por lo que me levanté haciendo un salto mortal triple y miré a la chica que me hacía bullying impactada por mis habilidades, pues debajo de mi disfraz de nerd yo era una profesional de karate.

Miré a Ámber (sí, de corazón de melón) mirarme junto con sus dos amigas y rodó los ojos.

—Á-Á-Ámber... —tartamudeo suavemente, Ámber me mira y sonríe.
—Con que tú eres T/N, voy a encargarme de hacerte la vida imposible, vámonos, chicas.

Yo suspiré y sin pensarlo empujé a Ámber de regreso, ella me miró y comenzamos a tener una batalla al estilo Tortugas Ninja, pues Ámber había aprendido karate también donde su padre millonario.

Empezamos a tirar las cosas, un grupo de personas nos rodeó apostando quien ganaría y yo no podía evitar pelearme con la otra rubia, estaba muy molesta.

Entonces llegó Jonathan y nos separó, yo bufando con ira.

—Como el chico popular y cool de este libro yo digo que se vayan a la oficina de la directora a solucionar sus problemas ahí.

Ámber y yo nos miramos y suspiramos, caminando a la oficina de la directora.

—Haré que mi papi pague mucho dinero para que no vuelvas nunca jamás a esta escuela, T/N.....

Pueden imaginar a la Ámber que gusten.
Ámber: de corazón de Melón.
Ámber: de Andy y Mack.
Ámber: de la princesa Sofía.
Ámber: etc...

El cepillo colgate 360 y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora