prometido del rey

I

Disculpen la mala redacción y la mala ortografía gracias.

Hanagaki takemichi casi siempre estaba en problemas era torpe de alguna forma se las ingeniaba para siempre meterse en líos.
Una mañana en la hora del desayuno le tocaba lavar todos los trastes de la noche anterior y para desgracia del chico término rompiendo la mayoría solo se pudieron salvar dos y para suerte del takemichi eran los más caros que tenían, la noche anterior habían tenido una reunión muy importante con algún miembro de la nobleza así que querían lucirse y decidieron sacar los platos más caros.

- quién carajos gasta tanto en unos simples tazones? - dijo con una voz ronca mientras jalaba unos de los mechones de su cabello

-mierda

Había tenido suficiente por hoy pero hey! el tenía un excelente plan, primero se aseguraría de que nadie se diera cuenta y en cuanto pudiera los reemplazaría todos pero su economía apenas le alcanzaba para poder alimentarse,lo mejor sería confesar y esperar tranquilamente el castigo, no serían más que algunos simples golpes podría soportarlo.

Sus dueños eran de alta clase por ende se podían dar ciertos lujos no eran más que unos arrogantes, orgullosos y presumidos, odiaba a la gente de la nobleza odiaba en especial a esa familia a excepción de una chica, la hija de tan nefasto linaje ella era la única persona agradable ahí "Hinata Tachibana"
Tenía un hermano pero este se había ido a estudiar lejos magia ya que desde pequeño siempre tuvo talento para eso y sus padres a ver esto decidieron apoyarlo y enviarlo a una escuela especial. a diferencia de el Hina era muy torpe con la magia, su hermano siempre sobresalió más pero aún así ella seguía intentando eso era lo que conmovía al joven pelinegro que sentía un cierto aprecio hacia esa la chica aunque era consciente de sus sentimientos por Hina el sabía que nunca podría ser correspondido por ella.

no era más que una escoria ante los ojos de la sociedad no valía nada sobre todo entendía que no era el indicado para hina y que ella solo sentía amistad y aprecio hacia el.
Tampoco quería causarle problemas sabía lo cruel y mala que podría llegar a ser la gente, trabajaba en un bar a diario recibía miradas de odio de aquellos que se creían superiores a los demás era su rutina.

Al igual que en la noche, existía esta misma oscuridad profunda e inmensa en los humanos, día a día veía el fondo y lo más bajo de la existencia humana.

Mientras tanto un chico de complexión delgada se encontraba sentado en un trono con picos que sobresalían de la parte superior del respaldo, su mirada vacía vagaba hacia la nada, Manjiro sano nacido en cuna de oro dedicó toda su vida a prepararse para convertirse en rey después de la muerte de su hermano mayor el original heredero el quedó a manos de gobernar así fue que con tan solo 16 años cumplidos obtuvo la corona real, era conocido por ser un dictador soberano bastante orgulloso y arrogante que solo se preocupaba por si mismo.
En ese momento portaba ropas finas y de alta calidad que valían una fortuna, la parte de enfrente de su traje estaba abierta y abajo de ella no poseída otra prenda lo que hacia notar su abdomen y exponía su buena figura al igual que todos sus músculos perfectamente trabajados que eran el resultado de años de entrenamiento.

Era una tarde fastidiosa, tenía que encargarse de limpiar algunos asuntos Exteriores fuera del país por lo cual tendría que viajar lejos, algo que le fastidiaba, prefería quedarse dentro de su palacio aunque también le molestaba la idea de tener que hacer lo mismo día tras día, sentía que su vida no tomaba sentido alguno como si se perdiera en si mismo ni siquiera recordaba el por que quería ser rey o el sueño inocente de querer crear una nueva era.
Después de un largo rato de andar absorto en sus pensamientos en completo silencio, se levantó de donde estaba y se dirigió hacia la puerta principal saliendo del cuarto hasta llegar a los pasillos de su humilde Palacio, a lo lejos se podían oir fuertes pisadas que se iban intensificando a conforme la sombra se iba acercando, estaba algo oscuro lo que provocaba que la silueta de la persona no pudiera verse con claridad...

No queria hacer esto tan largo ya que se vuelve pesado y aburrido así que dejó esto hasta aquí, si tiene apoyo quizás lo continúe