VII

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No tengo mucha creatividad y tampoco soy  buena narrando pero trataré de actualizar más seguido y también quiero agradecer  todo su apoyo.

Takemichi recorría los pasillos del palacio, era su forma de matar el tiempo en ese lugar.

Desde el primer día que llegó todos los ojos estaban puestos sobre él, muchos lo miraban con desaprobación y otros con miedo después de todo quién aceptaría casarse con este loco maniático incluso si lo hubiera conocido en circunstancias normales seguiría pensando que el estar comprometido con un rey sería una de sus peores ideas.

La noche del segundo día desde su llegada fue tranquila se había dado a la tarea de conocer el enorme lugar y de buscar una manera de escapar de ahí, aunque era imposible ya que el mocoso de mikey le había puesto a un guardia para vigilarlo en todo momento, era un chico que no pasaba de los 25 años tenía el cabello rubio y los ojos de un color azul profundo, su piel era blanca y se encontraba  bien cuidada cómo para ser un caballero a diferencia de el su piel tenía manchas y sus ojos estaban adornados con largas y oscuras ojeras mientras tanto el vestía de una forma elegante que hacia lucir su hermosa figura era alguien atractivo y las pocas veces que esté le había dirigido la palabra le respondía con amabilidad parecía ser el único cuerdo en ese lugar, no como el sirviente loco de cabello rosado que siempre estaba atrás de mikey.

No tenía tanto tiempo ahí pero los pocos días había observado de cercas a mikey.

Día y noche trabajaba y las pocas veces que se desocupaba dormía durante horas, casi no comía, su cuerpo era delgado aunque tenía una figura bien trabajada, era solo unos  centímetros más bajo que el pero era mucha más fuerte y tenía un buen manejo de la espada no por nada lo llamaban "el invencible mikey".

Aunque adentro del palacio se sentía una gran soledad que acompañaba al desdichado rey.

Sin darse cuenta sus pies lo habían guiado directo al cuarto donde se encontraba el mayor, éste se hallaba sentado en un silla acolchonada con su cabeza recargada en la mesa mientras dormía con tranquilidad, takemichi entro a la habitación tratando de no despertar a mikey algo que no le funcionó ya que así como puso un pie adentro de la habitación este le dirigió una mirada asesina algo que asustó al rubio.

-takemicchi mi amor- dijo con una voz dulce y cariñosa si no supiera la verdad podría decirse que si parecían una pareja de casados - parece que te diviertes recorriendo el lugar, me alegró
- tampoco es como si pudiera hacer otra cosa mikey-kun - dijo el joven murmurando

- quieres hacer otra cosa? - pregunto mikey
- que clase de cosas?- cuestionó el joven confundido

- cosas de esposos takemicchi- dijo con una sonrisa maliciosa - Que otra clase de cosas haría una pareja casada

prometido del rey Where stories live. Discover now