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29: ꒰Propuesta꒱

Seo ChangBin

Habían pasado más de diez minutos desde que de una manera muy directa, tal vez demasiado directa me alivié de un secreto que tenía escondido de él. Lo único que quedó igual a unos minutos atrás, fue HyunJin que seguía igual de inexpresivo.

—ChangBin... —susurró sin deslizar su mirada de mi, en otras circunstancias su rostro
me había provocado risas pero ahora me hacía temblar y preocuparme más, la última vez que esta noticia le dí a un hombre no salió muy bien.

—Mira, no quiero que creas que te estoy pidiendo algo o que espero algo de ti. No sabes cuanto me costo decírtelo y si hubiera podido volar hacia otro lado y evitar el tema lo habría hecho pero al final de todo es algo que tienes que saber.

—Cállate por favor—levantó la mano interrumpiéndome—. ¿No querías decírmelo?

—Quería pero le temía al asunto—confesé avergonzado bajo su profunda mirada.

Mis mejillas empezaban a arder y mi respiración era más acelerada con cada fracción de segundo, como acto reflejo pensé en bajar la cabeza para evitar lo único que podría aún hacerlo, su mirada.

Y fue entonces cuando HyunJin me mostró que él siempre gana y que nunca puedo adivinarlo o huir de él. El destino se unió al igual a como sus labios se unieron a los míos.

Fue un beso diferente a todo lo que había sentido hasta ese día, fue lleno de un sentimiento extraño y desconocido, de algo que quería para siempre en mi vida.

—¿No estás enojado conmigo?—pregunté en cuanto había cortado el beso.

—ChangBin, estoy muy feliz—sonrió con todos los dientes pero de manera sensual—, realmente me hiciste el mejor regalo para esta navidad que se acerca.

No se si fueron las hormonas, el alivio, su presencia o simplemente saber que nuestra historia no se acabó, pero me vi llorando igual a un niño pequeño, sin poder parar.

Sentí sus brazos calientes rodeándome el cuerpo, haciéndome descansar sobre su
pecho mientras me acariciaba la espalda.

—Ya, mi amor—dijo y no supe si llorar más fuerte o simplemente detenerme.

—¡Te amo!—le susurré al oído y por primera vez a lo largo de mi vida sentí el sentimiento verdadero.

Rode mis brazos alrededor de su cuello; abrazándolo con fuerza. Ese abrazo que te hace sentirte más vivo, ese lugar donde quieres regresar en el momento en cuál dejaron de abrazarse.

¿Un abrazo puede ser un gesto de amor?

¿Algo tan tímido, puede ser una prueba de cariño?

—Yo también te amo, ChangBin—me respondió, y sentí un beso en la piel de mi cuello.

Para mi, HyunJin era la persona perfecta. Podría vivir con su mirada, respirar con su presencia y sonreír con solo pensarlo. Un amor de verdad.

Me aleje de él y empecé a sentir las mariposas en mi estomago, después de haberle declarado el amor, me sentía bastante extraño, feliz y miedoso tal vez.

—Antes de que entremos, quiero decirte algo—habló con suavidad, asentí y le indiqué seguir—... quiero que te mudes conmigo.

—¿No crees que es demasiado rápido?—pregunté dudoso

—No, no lo creo. Lo hubiera sido si nuestros hijos no se conocían—me miró divertido y después empezó a reír.

—¿Qué te pasa?—pregunté empezado a reír por su risa, sin entender el porqué.

—ChangBin, ¿te das cuenta que nosotros dos hemos hablado por mensajes sin tener ni la mínima idea?

—¡Verdad!—exclamé abriendo los ojos grandes.

—Hablando de esto—levantó una ceja mientras depositó sus manos en mi cintura, atrayéndome a su cuerpo—... recuerdo muy bien que, una noche en el cuál jugaste conmigo—miró mis labios y después se fijo en mis ojos—, te dije que en cuanto te veré... —lo interrumpí recordándome esa discusión.

¡Que vergüenza!

—Pero esto fue hace mucho y para serte sincero no me habías caído muy bien al principio—admití sonriéndole.

—¿Como HyunJin o padre de Heejin?

—Como los dos—me mordí el labio y HyunJin frunció el ceño—. A ver, te explico. Yo prácticamente sabía algo de ti, ¿no?, apareces en todas los programas—rodé los ojos y después seguí—. Y no sé, te juzgue mal—me encogí de hombros—, aunque a mi nunca me trataste mal, menos en Roma—entrecerré los ojos.

—Eso es otra cosa y te lo aclararé después.

—Pero, como padre de Heejin fuiste insoportable—negué con la cabeza—. ¿Qué fue diferente en Roma?—pregunté con interés.

—En ese momento ya me gustabas bastante como para ponerme celoso—admitió
con rastro de vergüenza.

—¡Vaya!—sonreí contento.

—Tampoco te me pongas así, ¿debo recordarte la escena de celos que me hiciste en cuando viste el regalo de mi amiga?—soltó una carcajada.

—Esos no fueron celos—negué con vehemencia riéndome.

—Si fueron—me apuntó con el dedo—. Admítelo.

—Tal vez solo un poco—conteste con ligera, apenas después entendí lo que había dicho.

Se acercó con lentitud y agarró mi rostro entre sus manos, mirándome a los ojos, mi felicidad se reflejaba en sus ojos. Me sentí lleno de alegría y ganas de vivir.

En ese momento entendí que volvería a llevar la misma vida de antes con tan solo saber que él aparecerá.

Acercó sus labios lentamente, acarició con ternura y mordía con sensualidad mi labio inferior, para que después el beso se vuelva más profundo.

Y cuando me besó pude jurar que escuché a los ángeles cantando.

—Creo que es hora de volver—hablé en cuanto el beso acabó, señalándole la puerta.

—Aún no contestaste a mi propuesta—habló serio por esta vez.

—Mi respuesta es obvia—contesté con la misma seriedad—pero lo dejamos para el próximo fin de semana—añadí y poco después le sonreí con ternura viéndolo relajarse—. ¿Pensabas que ibas a salvarte tan fácil de nosotros?

—De ustedes no quiero aliviarme nunca—me miró a los ojos mientras me acaricio el vientre—. Nunca.

—No te dejare respirar sin mi—hablé en voz baja mirándolo a los ojos, sentí como mi estómago se había apretado, pero amaba esa sensación.

—A partir de ahora serás condenado—sonrió—. Y tú castigo será igual a la gravedad.

—¿Y que fue lo que hice?—pregunté pícaro.

—Me enamoraste.

—¿Y esto es grave?

—Gravísimo—contestó con tono seguro—. Por eso tendrás que comer, dormir, vivir a mi lado y dejarme hacerte el amor a cada hora del día.

tuve un pequeño problema con los caps así qu solo estoy re subiendo :(