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28:꒰Fiesta de jardín꒱

Seo ChangBin

¿Conocen ese momento en el cual tus ojos se vuelven cristalinos y vas al baño? Lloras en silencio. Te miras en el espejo y limpias tu rostro. Sonríes falsamente. Sales. Y te dices a ti mismo que nada pasó, sin saber que hacerte el fuerte te destruirá por doble.

—¿Aún no estas listo?—preguntó Jihyo quién apenas entró a mi habitación—Ya llevé a JeongIn al jardín y le entregué el vestido a esa pequeña traviesa—añadió sonriente.

Miré a esta mujer que estaba al frente mío, la que me protegía y aceptaba tal como soy desde años. La única amiga real que tenía, la única madre que reconocía y el único ser a quien debería escuchar.

—¿Qué dijo Heejin?—pregunté con una sonrisa aunque me costaba hacerlo.

—Huyó con el vestido, supongo que le encanto—contestó Jihyo acercándose a la cama y tiró de la sabana que me cubría—. Levántate, es hora de arreglarte. En dos horas debemos estar en el evento.

—Hablé con Chaewon, al parecer solamente pudieron detener a ese hombre—suspiré—, ni siquiera esto me salió bien.

—No puedes forzar las cosas, todo lo bueno llega a su momento—habló la mujer mientras caminaba hacia el armario.

—Todo llega a su momento, pero...¡Maldito tiempo! ¿Viene de rodillas o que?—exclamé justo antes de taparme la cara con las manos.

—¿Te quejas o haces algo?—la escuché preguntarme sin mirarme—ChangBin, ¿te das cuenta que de lo que huiste no escapaste, no? Aún te toca hablar con ese hombre sobre un asunto que lo incluye.

—Me cerrará la puerta en la nariz justo antes de poder decir algo—repliqué—. No puedes imaginarte la cara que llevaba anoche.

—A ver, supongo que era intensamente feliz—habló con ironía—¡Ah, no! Se me olvidó que no le dijiste que esperas un bebé de él, así que no creo que fue muy feliz, pero teniendo en cuenta que te vio con otro... ¿no te cacheteó?—levantó una ceja y yo giré los ojos—Que pena, tal vez hubieras reaccionado.

—Ayudas mucho—repliqué sarcástico mientras me levante de cama.

—Mira ChangBin, a veces no hay próxima vez, a veces no hay segundas oportunidades. A veces es ahora o nunca.

—¿Tú entiendes que tengo miedo?—alce la voz—Todo lo hermoso que escuché a lo largo de mi vida fueron mentiras, Jihyo. Me cuesta abrirme completamente ante HyunJin, me duele recordar cosas, me enferma aceptar que este soy yo.

—Deja de pensar tanto, estas rompiendo tu propio corazón—me sonrió, extendió su mano con ropa limpia—. Vístete, es tarde.

Agarré la ropa que me había dado, llevándolo conmigo al baño y depositándole sobre la pequeña mesa. Sacándome el pijama y metiéndome sobre el agua caliente que calmaba mi tormento interior.

¿Soy él único que crea historias con la mente mientras se está bañando? Como si fuera lluvia, como si solo faltaba el beso. Creo que tú también, si sonríes significa que tú mente ya hizo conexión con el hombre de tu vida.

—Apúrate—escuché la voz de Jihyo detrás de la puerta y gruñí molesto.

Pequeños momentos eran los únicos que podrían sacármelo de la cabeza, y que vacía me sentía sin pensarlo.

Llámenme loco pero se que algún día, en algún momento volveré a verlo. Algo tan inesperado como lo nuestro no puede acabar tan fácil.
Si una historia empieza de la nada, de una curiosa casualidad que nos llevó a los dos en el mismo lugar, no puede acabar en calma, simplemente no puede, para estas historias no hay finales mediocres.