30: ꒰Casa Nueva꒱

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Seo ChangBin

Había pasado una semana desde que HyunJin y yo formábamos una pareja, pero aún seguíamos escondiéndonos de los ojos curiosos de la gente, especialmente de los periodistas que seguían metiéndose en su vida.

—Ya estoy listo, papá. —dijo mi hijo, apenas entrado en la cocina con un conejito en su mano, mientras que con la otra arrastraba su mochila.

—¿No olvidaste nada en tu habitación? —pregunté y JeongIn negó con la cabeza.

—Papá, ¿tú sabes donde vive HyunJin? —preguntó y levanté los hombros.

—Pues lo vamos a descubrir hoy. —le acaricié la nariz con mi dedo justo cuando se escuchó el timbre.

—Yo voy. —gritó feliz corriendo hacia la puerta y abriéndola—. Hola. —lo escuché decir y en cuanto me giré vi a HyunJin y a Heejin.

—ChangBin. —exclamó feliz la niña caminando hacia mi, me arrodille y la abracé—. Mira. —me señaló su cabello—. Mi papa. —empecé a reír mientras le solté la coleta que HyunJin le había realizado con tanta destreza y pase mis dedos por su cabello largo, arreglándolo un poco.

—Heejin, ven, ven. —dijo JeongIn agarrándola de la mano—, quiero mostrarte algo.

Los niños desaparecieron y en unos segundos sentí las manos de HyunJin en mi cintura, atrayéndome hacia él y besándome.

—Eres tan perfecto. —dijo después de haber cortado el beso.

—Estoy lejos de ser perfecto, créeme.

—Para mi lo eres-volvió a decir y le di un beso en la comisura de sus labios—. ¿Estas listo, amor?

—No me hables de eso que me pongo nervioso-confesé riéndome.

—¿En serio?, ¿por qué? —me miró sonriente, esa sonrisa solo HyunJin sabía hacerla salir tan perfecta.

—Es algo nuevo para mí y me hace sentir raro, no sé. —le di un golpe en el hombro—, ¿qué me estas haciendo?

—Mejor te cuento lo que quiero hacerte. —se acercó a mi oído y dijo—: Desnudarte, besarte cada rincón de tu hermoso cuerpo, hacerte sudar y gritar toda la noche.

—Eres un... —negué con la cabeza, sonriéndole y sintiéndome algo avergonzado al mismo tiempo.

—¿Qué? —se rió divertido—, eres mi novio. —acarició mi nariz con el suyo mirándome a los ojos—. Solo mio.

—¿Y eso te da el derecho de hacer todo lo que quieres conmigo? —pregunté con voz sensual.

—No, claro que no. Solamente las cosas buenas, o las que están entre el bien y el mal. —levantó una ceja y sonrió picaro.

—¿Ah si? —pregunté mientras mis manos pasaban por su abdomen—, vámonos entonces, no perdemos más el tiempo. —me aleje de HyunJin.

—¡Heejin, JeongIn! —gritó de repente.

—¿Por qué los llamas?—pregunté confuso.

—Para no perder ningún minuto más. —dijo mientras me dejó un beso en el cuello que me erizo por completo, justo antes de que los niños aparezcan.

—Si papá. —escuché a Heejin—. Te juro que no, ahora si que no hice nada. —habló la pequeña.

—Lo sé, pero yo si. —dijo HyunJin y Heejin frunció el ceño.

—Papá, ¿sabes que JeongIn tiene un parque aquí abajo? Tienes que comprarme cositas para hacerme un parque en nuestro jardín —habló Heejin con rapidez y mucho entusiasmo.

—Si quieres un parque irás a uno. —le dijo HyunJin mientras JeongIn empezó a reír—. ¿Nos vamos?

Los niños gritaron un 'si' fuerte, así que lo único que nos quedó fue tomar las maletas y empezar una nueva vida.

Después de treinta minutos ya estábamos todos en el auto, los niños estaban en los asientos de atrás comiendo un helado, lo habían vuelto loco a HyunJin hasta que al final aceptó ir a comprarles el helado. Y yo me encontraba a su lado, mirando el camino que nos llevaba hacía su casa.

Y yo que había pensado que conocía bastante bien la ciudad, pero las calles por donde manejó HyunJin fueron totalmente desconocidas para mi.

Cuando el auto se estacionó, Heejin salió mientras JeongIn y yo nos hemos mirado el uno al otro.

—Hemos llegado. —avisó HyunJin.

La casa de HyunJin era más que una casa, muy grande y llena de ventanas. Poco a poco nos hemos bajado del auto y un hombre salió por la puerta, nos saludó amable después nos aviso que en unos minutos llevara todas las maletas en las habitaciones que ya estaban listas.

Heejin agarró a JeongIn de la mano y lo arrastró tras de ella, entrando rápidamente en el enorme jardín.

HyunJin hizo casi lo mismo, solo que él rodeó mi cintura con su brazo y sin correr como los pequeños traviesos, hemos caminado hacia la casa.

—¡Bienvenidos! —me dijo una mujer en cuanto entre por la puerta, encontrándome en la sala central.

—Muchas gracias. —conteste algo incómodo, ese lugar no iba con el estilo de vida el cual estaba acostumbrado. Me hacía sentirme muy pequeño.

—Ven, amor. —dijo HyunJin mientras me agarró de la mano y seguí sus pasos hacia unas escaleras que hemos subido poco después, quedando en un pasillo circular, y después entrar en una habitación.

—¡Oh! —exclamé sorprendido.

Hice unos pasos hacia dentro mirando por las grandes ventanas que mostraban la piscina de su casa y la ciudad, cuando sentí sus brazos en mi cintura, y poco después me encontré cargado entre sus brazos.

Me tiró sobre su cama, subiéndose sobre mi y besándome.

—Déjame impregnar tu perfume entre mis sábanas, para sentirte siempre sobre mi piel.

—Déjame impregnar tu perfume entre mis sábanas, para sentirte siempre sobre mi piel

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disfruten <33

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