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44: ꒰Mi lugar꒱

Seo ChangBin

La mañana me encontró entre sus brazos cálidos de donde no quería escapar para nada en el mundo. Despertar del sueño y verlo a mi lado fue una realidad difícil de aceptar así que decidí asegurarme de su presencia y mirarlo precio de unos minutos mientras dormía complacido y tranquilo.

Sentí como todas mis ganas de hacerlo entender lo difícil que es vivir sin él desaparecían, por lo tanto me vi obligado a levantarme y seguir con el curso normal de cada uno de mis días.

Con pasos lentos salí de nuestra habitación y me dirigí hacia la de huéspedes donde pensaba hacer una ducha sin tener el miedo de que podría despertar a alguien.

Fueron las seis de la mañana cuando por fin estuve listo, bajé las escaleras y una vez que llegué a la sala me puse las zapatillas. Agarré las llaves del auto y salí sonriente de la casa, no antes de decirle a Jihyo que prepare el desayuno para ellos y antes de darle unos pequeños consejos para que mi plan funcione.

En la empresa había un aburrimiento tremendo, como la señora Chaewon no logró pasar por aquí tampoco habían contratos nuevos, prácticamente nadie hacía nada porque la empresa parecía muerta. Intenté llamarla un par de veces pero tenía el teléfono apagado. No sabía nada de ella, había desaparecido, tampoco sabía que iba decirle ahora a HyunJin sobre su madre si iba preguntarme por ella.

Eran las diez de la mañana y me encontraba diseñando unos hermosos vestidos a lado de otro diseñador que la señora Chaewon contrató hace unos meses, cuando la puerta de mi oficina se abrió de golpe y la mirada de HyunJin se fijo en mi para que después se clave en el chico que lo miraba también.

—¡Buenos días! —sonreí levantándome del sillón mientras que HyunJin cerró la puerta detrás de él mirando aún fijamente hacia mi amigo quien después de haberlo saludado cordialmente volvió a su trabajo.

—¿Quién es este? —me susurró al oído cuando por fin hemos llegado uno en frente de otro.

—¿Tú quien crees que es? —pregunté aguantándome las risas.

—¿Salimos a comer? —evadió mi pregunta y me miró a los ojos esperando una respuesta positiva de mi parte.

—No se puede. —me encogí de hombros—. Tengo que seguir con mi trabajo, no seré nada profesional si dejo al pobre Soobin con todo—me mordí el labio inferior.

—Si, pobre Soobin. —siguió HyunJin con una dosis de ironía.

—Aparte tú también tienes que cumplir con tus deberes. —levanté una ceja.

—Hablé con tu abuelo para que se encargue un día más de la empresa, yo pensaba en pasar un día contigo y con nuestros hijos. —habló y muy poco me falto para mandar todo a la mierda y abrazarlo.

—Si amor pero sabes que los niños tienen un programa muy pesado, ¿puedes llevarlos tú hoy?

—Claro pero dime donde. —me sonrió.

—Bueno, HeeJin debe llegar a sus lecciones de piano y sería bien que no tarde ya que la profesora es media boluda.

—¿Heejin está tomando lecciones de piano?—preguntó confundido mientras me dirigí a mi escritorio de donde saqué mi agenda.

—JeongIn tiene que llegar a sus entrenamientos de tenis. —añadí.

—¿Ya no le gusta el fútbol? —preguntó más confundido.

—Y lo último cariño, Hayoung tiene cita con el doctor. Cuidado que llora y llora cuando llega allá, tiene los sentidos muy buenos esa pequeña.

—¿No podrías acompañarme? —me miró algo asustado—. Realmente no se si Hayoung estará tranquila si está sola conmigo teniendo en cuenta que apenas me está conociendo. —murmuró en cuanto volví a su lado.