Capítulo 30: Amigos del pasado.

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¡Vamos aquí con la última parte de este capítulo doble!

No hay mucho que agregar, solo espero que les guste.

Disfruta!

CAPÍTULO 30: AMIGOS DEL PASADO.

Bell miró a su alrededor, solo para ser recibido por Zeus y Hera. Después de mirarlos más detenidamente, se había dado cuenta que la diferencia de apariencia entre los dos reyes era bastante grande. Quizás ese hecho se haya intensificado más, siendo que había pasado un año sin verlos.

"Me alegra ver que estés bien." Comentó Zeus, arrodillándose frente a Bell para luego entregarle un lindo abrazo. Hera no tardó ni un segundo en unirse al reencuentro.

El albino no negaba que la situación era agradable, pero no podía olvidar a la cantidad de personas que había dejado atrás hace unos momentos. Algo que Zeus pudo presenciar casi al instante.

"¿Sucede algo?" Preguntó el Dios, viendo la expresión del recién llegado.

"No es nada." Bell contestó rápidamente. "Solo me preguntaba cómo están mis amigos de aquí." El albino logró desviar el tema a la perfección, algo que parecía haberse tragado ambos Dioses. "Ya sabes... No solamente por mis Dioses amigos, sino por aquellos que no veo hace dos años."

Al escuchar esto, Hera fue la que más se sorprendió. "¿Quieres volver a Orario?" Preguntó, solo para recibir un rápido asentimiento del albino.

"Quiero comprobar como están. Aunque antes, me gustaría tener una conversación rápida con Apollo y los demás." Dijo, recibiendo un asentimiento por parte de Zeus.

"Muy bien, los llamaremos." Contestó el Dios.

Bell ni siquiera tuvo que esperar mucho tiempo, ya que todos los Dioses se presentaron rápidamente. El albino le comentó como era la Artemisa de la otra dimensión a Apollo, algo que lo sorprendió bastante, ya que era muy diferente a la hermana que siempre había estado a su lado. También tuvo una rápida conversación con Atenea y Afrodita, donde les comentó como Atenea si era bastante parecida, mientras que Afrodita era completamente diferente, no solo en su personalidad, sino también en su forma física. Probablemente, era el Dios que más diferencias físicas tenían, salvo por Hefesto, y creo que no es necesario explicar las razones.

"¿Entonces, la pasaste mal con mi otro yo?" Preguntó Afrodita, jugando con su bebida.

"De hecho, creo que es todo lo contrario." Comentó Bell, haciendo que la Diosa le mirara con gran curiosidad. "Después de todo, siempre que se me insinuaba, terminaba siendo ridiculizada..." Explicó el albino, sin poder evitar frotarse el cabello ante ello.

No es que se sintiera avergonzado de haberlo hecho, pero no podía decir que no sentía algo de lastima por esa mujer...

"Lo entiendo, supongo que lo tiene merecido... O mejor dicho, lo tengo." Afrodita no pudo evitar poner una mirada confusa. "¿Somos las mismas, o somos diferentes? Esto es algo muy raro para mi..." Afrodita no pudo evitar preguntarse en voz alta.

"Creo que son las mismas, pero con un destino diferente." Contestó el albino, haciendo que la Diosa le mirara con mucha intensidad. "Quiero decir, ella está en un casamiento forzado con Hefesto. Para una Diosa del amor, estar casada con un hombre que no ama debe ser devastador." Incluso Afrodita se impresionó de las palabras de Bell, ya que nunca había pensado en eso.

"Tienes razón, es extremadamente doloroso para una Diosa del Amor..." Comentó Afrodita, pensando detenidamente. "De igual forma, que es increíblemente doloroso para una Diosa del Amor ser rechazada por el hombre que ama..." Concluyó, para luego asombrarse por la persona que estaba viendo. "Hum, en ese momento, no lo dije porque ella estuviera aquí, ¡lo juro!" Exclamó al final, algo que confundió bastante a Bell.

Bell Cranel y los Olímpicos: La Profecía del Oráculo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora