Capítulo 43: ¡Pensamientos lujuriosos!

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¡Me presento con la tercera parte de este capítulo cuádruple!

Este capítulo servirá más que nada para terminar la pelea entre Afrodita y Artemisa, además de que se verá por primera vez a la antagonista principal. En el próximo capítulo es donde va a comenzar la acción.

Sin nada más que decir, ya es hora de comenzar.

¡Disfruta!

Caos miraría con calma como la figura de una mujer se hacia cada vez más y más presente, hasta que el humo finalmente desapareció por completo.

La mirada calmada de Caos se transformaría en una pequeña sonrisa al ver detenidamente a la mujer.

Su cabello largo y ondulado que caía sobre su cintura, teniendo un color negro tan profundo que asustaría a cualquiera.

Su cintura perfectamente delineada al igual que sus piernas. Su pecho apenas tenía unas pequeñas elevaciones que hacían notar sus pequeños senos a través de su vestimenta santa completamente blanca combinaba muy bien con su cuerpo extremadamente pálido, asemejándose a la figura idealizada que se tenía sobre cierto Dios Bíblico, incluso sus ojos negros y vacíos como la oscuridad le deban una gran presencia.

"Esos diez mil años no te han cambiado nada, Claridad." Caos detuvo sus observaciones, deteniéndose en el rostro de la mujer, quien permanecía seria e inmutable. "Sigues sosteniendo ese rostro tan bonito, mientras que yo e sucumbido un poco ante el estrés de haber estado solo por tanto tiempo."

Claridad lo miró atentamente tras sus palabras, y su rostro inmutable cambió a una pequeña sonrisa, muy semejante a la de Caos.

La diferencia es que esta no transmitía ni una pizca de tranquilidad. De hecho, era todo lo contrario.

"No puedes quejarte mucho." Claridad se inclinaría de hombros. "Mientras que estuve luchando contra el sello durante diez mil años, tú por lo menos pudiste divertirte con las matanzas que hacían nuestras creaciones." El tono divertido y su sonrisa cambiaría a una tonalidad mucho más oscura, para luego decir: "De seguro estuviste disfrutando como el mal se expandía en cada rincón de ese pequeño planeta..."

"No puedo mentirte." Comentó Caos con las manos sobre sus caderas. "Fue grandioso ver como nuestras creaciones se abren paso ante las diferentes adversidades que genera una vida imperfecta."

La sonrisa de Caos se desvaneció por completo cuando unas cadenas negras se dirigieron hacia él a toda velocidad. El hombre atrapó la cadena con sus dos manos sin mucha dificultad, aunque detrás de él se generó una enorme explosión.

Caos alzaría su mirada para ver como otra cadena negra iba dirigida hacia él. No pudo evitar entrecerrar sus ojos, movilizándose rápidamente y aprovechando la cadena que tenía en sus manos, arrojándola con gran fuerza hacia el frente, generando un enorme estruendo cuando ambas cadenas chocaron.

"¿Cuántos murieron en vano por culpa de esa "imperfección"?" Preguntaría Claridad con una seriedad sepulcral mientras sus cadenas retractiles se desmaterializaban en sus manos.

"¿Y cuantos se han convertido en héroes?" Caos respondió con otra pregunta mientras se reía, logrando que Claridad apretara fuertemente los dientes demostrando su claro enfado.

"¡Los salvadores no serían necesarios en un mundo perfecto!" Gritaría con gran rabia, lanzándose con un gran salto, haciendo que la estructura en donde estaba parada se partiera en dos.

Caos ensanchó sus ojos ligeramente ante la gran velocidad de su enemigo, dando un gran salto, esquivando justo a tiempo el ataque.

Cuando Claridad cayó en el enorme escombro, este se rompió en mil pedazos.

Bell Cranel y los Olímpicos: La Profecía del Oráculo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora