El deseo que tienen por estar a su lado es lo suficientemente grande como para crear un "acuerdo" entre ambos.
Si quieren tener a Uraraka Ochako... tendrán que aprender a compartir y a sobrellevar todo lo que esto conlleva.
↳ No Yaoi.
↳ Pairings:...
Disclaimer: Los personajes de Boku no Hero no me pertenecen; créditos correspondientes a Kōhei Horikoshi. Posible (o mucho) OoC en los personajes. Este fic contiene escenas explícitas sexuales, poligamia, lenguaje fuerte, temas adultos tratados de modo detallado y escenas fuertes; se recomienda discreción.
Pareja principal: Kacchako, Kirichako.
Parejas secundarias: IzuOcha [Unilateral]
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Kirishima soltó un pequeño ronroneo cuando sintió en su mejilla un cálido toque. No sabía que era, pero quería que continuara por mucho tiempo.
Sonrió con los párpados cerrados y se acurrucó contra la cálida almohada que olía a vainilla con fresas. Sus trabajados brazos rodearon esa almohada que al parecer respiraba y además emitía pequeñas vibraciones al compás de unas leves y dulces risitas que parecían cánticos de ángeles.
No estaba seguro, pero al parecer había muerto. Estaba en el mismísimo cielo.
—Despierta —susurro una dulce voz contra su oído, estremeciéndolo y haciendo que se fundiera más contra aquella calidez —, ya es hora de levantarse.
—Cinco minutos más... —dejó de fruncir el ceño cuando sintió unos dulces labios paseándose por todo su rostro. Inmediatamente sonrió adormilado y despertó de su letargo; él no estaba muerto, pero si estaba en el cielo.
Abrió lentamente sus ojos rojizos y la vio, la persona que lo hacía sentir en el cielo sin estar muerto.
Una de las esquinas de sus labios se alzó sutilmente y su mano fue hasta el cabello de la preciosa chica que estaba encima de él, mirándolo con esos dos preciosos ojos que lo embelesaban y lo hipnotizaban sin si quiera proponérselo. Se veía tan preciosa con el cabello revuelto, los labios hinchados y los ojos luminosos, y mucho más si mientras tanto estaba sentada sobre él, vistiendo un simple camisón que no dejaba para nada a la imaginación y la hacía ver tanto tierna como sexy.
—Que buen despertar —su mano se escurrió por su pierna, acariciandola.
—¿En serio? —preguntó divertida, ladeando un poco la cabeza y haciendo que algunos de sus mechones de deslizaran por sus hombros. La luz en ese momento hizo acto de presencia por la ventana, golpeando las facciones de su chica con sutileza y haciéndola ver tan etérea que parecía irreal.
Soltó un suspiro entrecortado.
—Tan seguro que me aseguraré de que todos mis despertares sean de esta forma —se incorporó sobre la cama y rodeó el cuerpo de la chica en un abrazo necesitado, sorprendiéndola. Escondió su rostro en la curvatura de su cuello y aspiró su aroma casi con necesidad —. Te prometo que nada nos separará, no importa que sea, voy a defender nuestro amor —soltó, recordando la mañana anterior donde se sinceró frente a Recovery. Ella tenía razón, si tanto amaba a Ochako debía luchar, mantenerse firme y no permitir que nadie perturbara la paz de su amada.
