Y eso que solo es el comienzo (fin del volumen 1 )

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¡Capitulo 10!

Esto hay que celebrarlo, tú qué lees esto y no le has dado ninguna estrella a los anteriores 9 capítulos ya debe ser hora de que le den su estrella, porque así me inspira más en seguirle a está rara historia…

Y pensar que solamente era una carta de disculpa a un buen tipo, que en verdad es una gran persona, así que si lo estás leyendo espero que sigas siendo una gran persona.

Y ahora a los que escriben sus comentarios en la historia, en verdad me encanta leerlos, me da inspiración sus comentarios que me hacen reír, gracias por tú apoyo, te estimo mucho.
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Capitulo 10, si mi querido lector es el 10!!!!!!!!!!!!!!!!

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[Casa de Piper]

Piper estaba regañando muy feo a Colette por el atrevimiento de comer todos los pastelitos que había dejado, Edgar por su parte bebía té en una taza, la taza que Colette no bebió, él estaba sentado en la mesa viendo como su amiga era regañada mientras tanto la rosa que llevó consigo, pues la rosa también solo que esta bailaba alegremente con su gesto relajado.

—Ahora tendrás que pagarlos, no puedo creer que te comiste 10 pasteles de vainilla... —Piper estaba cruzada de brazos mientras que Colette estaba de rodillas con la cara llena de crema.

—Lo siento es que no desayuné… —Se escusaba la peliblanco, Piper estaba molesta y no era para menos, ahora tenía un cliente que quería comprar su postre y que Colette se los haya devorado todo.

—Y tú crees que con eso voy a pagar mis deudas, obviamente no vivo de esto pero me gusta mucho el tema de tener una tienda y vender mis postres que con mucho esfuerzo aprendí a preparar, pero eso no es lo que me molesta, sino que te dije que comas solo uno y te aprovechaste de mí. —Piper le dió la espalda y se fue a sentar al lado de Edgar, ella se cruzó de brazos, no quería saber nada de Colette.

Edgar miró a Colette y observó que ella estaba a punto de llorar, él en ese mismo instante recordó todo lo que estuvo pensando y supo que era buen momento de hacer un buen cambio en su actitud.

—Señora Piper, ¿hay algo que pueda hacer? —Piper lo miró y pensó, miraba a Edgar de arriba hacia abajo.

—Si, puedes hacer algo. —Piper le tomó la mano a Edgar y colocó el brazo del chico en su nuca, ella acercó su cabeza en el pecho de Edgar y miró a Colette—. Ya que te comistes todos los pastelitos y me voy a quedar a tú novio, hasta que me pagues todos los pastelitos.

Colette vió la escena y se levantó de inmediato, se veía claramente molesta, Piper sintió un pequeño miedo ya que no esperaba esa acción por parte de la chica, sino algo más suave como llorar o algo así pero en vez de hacer algo más rudo, Colette sacó su teléfono y tomó una foto, eso dejó a Piper con una ceja alzada, por su parte Edgar tenía problemas en sus pantalones todo por la cercanía y el aroma de Piper, aunque también era porque ella le estaba acariciando suavemente la pierna.

—Es que son las personas que más estimo y están juntos, por alguna razón se ven bien y eso me gusta… —Colette guardó su teléfono y ahora sí iba a hablar, aclaró su garganta y empezó hacer un berrinche—. ¡No! Por favor Piper no lo hagas, te daré lo que quieras pero no lo hagas.

Colette le suplicaba a la rubia que no dejaba de perturbar la paz de Edgar, seduciendo al frágil trabajador de Griff y lo peor era Edgar, ver como él se quedaba estático siendo un monigote, quieto sin hacer nada, disfrutando de las caricias de la rubia maliciosa, quien se excitaba mucho más por la presencia de Colette.

Solo son negocios.Where stories live. Discover now