OPHELIA ANDERSON
(capítulo editado)- ¡Un tiro tu y yo! - exclamé tirando golpes al aire.
Mi madre entro a mi habitación de golpe - ¡¿Que traes tu niña?!
- Es que el hombre invisible me pico con una aguja - expliqué.
Ella frunció el seño - ¿Quien?
- El hombre invisible - repetí - me desperté y tenía esto en la mano - le mostré las dos marcas que parecían pequeños puntos.
- Nada más te pico una araña.
- ¿Se supone que eso me haga sentir mejor? - pregunté alarmada - ¿que pasa si la araña es venenosa?
- No lo es - comento mi mamá.
- ¿Tú cómo sabes? ni estabas aquí - agregue.
Ella suspiro - Arréglate que ya llegó Saiki.
- ¿Ya?☝️😏
- Te quiero lejos de él, confío en que el no intentará nada - entrecerró los ojos y me apunto de manera acusadora - pero no tengo la certeza de que tú no intentarás nada.
- Me duele que desconfíes de mi - puse una mano en mi pecho de manera dramatica.
- Tengo razones para hacerlo - comento mi madre y camino hacia la puerta - ¡Pero apúrate!
- ¡Ya voy!
Ella salió de la habitación y camine hacia el closet, una vez ahí solamente me cambié de blusa y me puse las pantuflas.
Salí de la habitación y comencé a bajar las escaleras.
En el sofá ya estaba Saiki quien se giró a verme - Quiúbole 🌝 - saludé.
- Ya me voy, no hagan algo que no aprobaría - comento mi madre poniéndose el abrigo para después tomar las llaves del auto y salir por la puerta.
Camine hasta el sofá y tome asiento - ¿Que cuentas? - le pregunté a Saiki - no digas números.
- No iba a decir eso.
- Que bueno - sonreí con incomodidad ante sus pocas palabras.
- ¿Que quieres saber?
- ¿Cómo es la comida aquí? - pregunté con curiosidad.
- Normal.
- ¿La vestimenta tradicional?
- Un kimono.
- ¿Los postres?
- Dulces.
- No estamos progresando nada con esta conversación - comenté y por fin se digno a mirarme - ¿cómo debo de presentarme?
- Primero apellido, nombre después.
- ¿Tu nombre no es Saiki?
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OPHELIA ˢᵃⁱᵏⁱᵏᵘˢᵘᵒ
Fanfiction𝐎𝐏𝐇𝐄𝐋𝐈𝐀 | ❝ Ophelia Anderson jamás fue considerada una chica normal o simple. Pues su energética personalidad no se lo permitía. Sin evitar mencionar la velocidad en la que creía enamorarse, o lo terca que podía llegar a ser. Es por eso que c...