(08 - temporada dos)

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NARRADOR OMNISCIENTE
(capitulo editado)

- ¡Ya llegó por quién lloraban! - exclamó la peligris, entrando en aquella acogedora casa.

El pelirosa entro detrás de ella, bajo la mirada de algunas personas.

- ¿El es tu novio? - preguntó una señora mayor, acercándose a ambos.

La chica negó avergonzada, a pesar de que todos ahí hablaban español, el chico podía entender a la perfección.

Unas semanas antes, el japonés la había pedido a la estadounidense que le enseñará a hablar español.

No solo porque pasaría navidad en México, sino también porque estaba aburrido y no tenía nada más que hacer.

- Es un amigo - corrigió la joven.

- Eso dices ahorita - murmuró la señora mayor, se giró hacia el joven con una sonrisa - no te preocupes, hijo, estás en confianza.

La adolescente tomo a su acompañante por la mano, jalando de esta.

- Pon atención - le indico, con un dedo apunto a tres adultos a la distancia - Marta, Rosita, Ricardo, son mis tíos.

- Ya veo.

Apunto a dos niños que peleaban entre sí.

- Miguel, Manuel, hijos de mi tía Marta - hizo una breve pausa, después continúo hablando - Carlos, José, hijos de mi tía Rosita.

- Entiendo.

- Camila, Cristina, las mayores después de mi, hijas de mi tío Ricardo.

- José no está respirando.

- Tu dejalo ahorita se le pasa - murmuró - no te vayas a tomar sus insultos personales, es algo molesto.

- Tiene seis años.

- No te dejas engañar  - pronunció la señora mayor, uniéndose a la conversación.

- Está bien.

Ophelia miró a las demás personas que había en la casa, a la mayoría no las conocía, probablemente se habían colado, no obstante, había personas que sí conocía pero simplemente no quería presentar.

Kusuo comenzó a mirar la casa con más detenimiento, siendo más específico, miraba a las demás personas en la habitación. Las cuales, sin duda alguna, eran demasiadas.

Tanto así, que comenzó a plantearse si había sido buena idea pasar navidad en un país completamente diferente al suyo.

- Bueno, las demás personas aquí no tiene protagonismo en este libro llamado vida - exclamó la peligris lo suficientemente alto como para que la escucharán.

La habitación se inundó con comentarios, algunas quejas, e inclusive burlas.

- Bien dicen por ahí, cría cuervos y te sacarán los ojos.

- Nada más porque es gringa.

- Ay, cállate.

- Por eso no tienes novio.

El pelirosa simplemente alzó las cejas, un tanto divertido.

(...)

- ¿A quien viste y que aprendiste? - pregunto la chica.

- Marta, Rosita, Ricardo, son tus tíos.

- Ajá, continúa.

- Miguel, Manuel, hijos de tu tía Marta - enumero el chico - Carlos, José, hijos de tu tía Rosita.

OPHELIA ˢᵃⁱᵏⁱᵏᵘˢᵘᵒDonde viven las historias. Descúbrelo ahora