OPHELIA ˢᵃⁱᵏⁱᵏᵘˢᵘᵒ

(05 - temporada dos)

KUSUO SAIKI
(capítulo editado)

- Dicen que por aquí roban niños - murmuró Ophelia.

- ¿Cómo lo sabes? - pregunto Kaido.

- Un conocido - respondió.

- ¿Te lo dijo un conocido? - pregunto Kuboyasu, ella negó.

- Se robaron a un conocido - aclaro.

- ¿Hicieron la tarea de artes? - pregunto Kuboyasu.

- Si, ¿tu? - respondió Kaido.

- Todavía no - dijo Kuboyasu.

- ¿Había tarea? - pregunto Ophelia, completamente perdida.

- Si, hacer una pintura - le respondió Kaido.

- Agh, que flojera - murmuró rascándose la nuca - ¿me ayudan a hacerla?

Los tres se miraron entre sí, después me miraron a mi.

- No podemos - mintió Kuboyasu, los otros dos asintieron rápido.

- Nosotros no, pero Saiki si - agrego Kaido de inmediato.

- Yo no...

- ¿Me vas a ayudar? - pregunto ella, sonriendo con emoción.

No tengo autocontrol.

- Si - me tomo del brazo y me jalo.

- Pues vamos entonces - camino con velocidad.

(...)

- Tu voz suena diferente, más ronca - comento abriendo una lata de pintura - como si saliera desde el fondo de tu garganta.

- Que bien.

- Es divertido, porque cuando cuando estamos con los chicos no es así.

- A mira tu.

- Oye, se que no te caigo bien pero al menos finge que me soportas - sugirió, embarrando el pincel en pintura.

- Me caes bien.

- No parece - hizo un movimiento con la mano y me lanzó pintura - ups.

- No fue accidente.

- ¿No? - lanzó pintura de nuevo - estoy segura de que si lo fue.

Lance pintura en su ropa.

- Perdón.

- ¿Cuál perdón? - tomo la pintura - ahora estamos en guerra.

- No.

- Si - aventó la pintura en mi dirección, mi ropa se mancho - ups.

- Bien - tome la lata de pintura y se la lancé.

Le cayo en la cabeza.

- Ugh - se levantó de golpe, con la lata de pintura vacía en mano.

- Has tu tarea.

- No intentes distraerme - se acercó peligrosamente.

- Yui se enojara si me ve aqui.

Se desánimo en ese mismo instante.

Yare yare, ¿ahora que hice?

- Nos peleamos - murmuró - lo ví coqueteando con otra chica, dijo que lo había hecho porque yo no le ponía atención.

- Que idiota.

- ¡No digas solamente eso!

- No sé consolar personas, si lloras me voy.