XV. Margaritas.

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Aquella es posiblemente la tarde más pacífica que ha tenido Harry en un buen tiempo.

El taller no presenta un ambiente ruidoso ni genera algún aturdimiento insoportable. Ninguna de las herramientas produce ruidos metálicos al chocar entre sí ya que se encuentran reposando cómodamente en las estaciones movibles regadas por todo el establecimiento, y mucho menos hay motores resonantes que les interrumpan el momento tan sesgado que ahora todos ahí comparten en murmullos completamente relajados.

A órdenes de Zayn, hoy han cerrado temprano, y a pesar de que obviamente ha tenido sus razones para ejecutar su veredicto, ni uno de sus empleados ha preguntado cuáles han sido y simplemente han aceptado sin mayor problema el dejar de laborar unas horas antes de lo que usualmente están acostumbrados a que termine su jornada.

Se encuentran en las jardineras de afuera, todos entablan una conversación y tienen esos tonos animados en sus voces mientras algunos logran escabullir un bocadillo a sus bocas y otros tiran sus cabezas ligeramente hacia atrás debido a cierto comentario que algún otro ha dicho con el mero propósito de entretener y aportar algo divertido a la plática.

—¿Y tú, Harry? —pregunta de repente Glenn. Una media sonrisa apareciendo en su rostro cuando lo mira a los ojos. —¿Ya vas a contarnos sobre tu chico o es que estás esperando a hablarnos de lo suyo hasta oficializar su matrimonio?

Adam silba, Jerry vitorea agudamente y Zayn muerde su labio inferior tratando de que la carcajada en su lengua no se deslice fuera de su boca.

El rizado balancea su cabeza, cubriendo parcialmente su cara con la palma de su mano cuando siente que en cualquier momento puede enrojecer.

—Si ese fuera el caso no tienes que preocuparte mucho por ello, Glenn —responde Zayn sin perder tiempo. —Estoy seguro que en un día de estos Harry no tarda en proponérsele a Louis. La florecilla lo trae tras de él cual perro fiel.

—¡Louis! Hasta que por fin lo recuerdo —exclama Jerry con alivio.

—Ni siquiera tiene un nombre complicado, idiota. —Se burla Harry para después señalar al moreno y torcer su boca. —Y tú no le digas así, ya te dije que es algo absurdo.

Todos se aclaran la garganta con diversión y en los labios del ojiverde se muestra un mohín descontento gracias a la burla inocente de sus colegas.

—Oh, vamos. —Le reprocha Zayn rodando los ojos. —Él mismo te ha dicho que no le molesta que le diga de esa manera, y cito, que incluso le parece adorable.

Harry bufa incrédulo y ante la mención del momento, recuerda instantáneamente el día que el florista hubo dicho aquello con una sonrisa dulce que por un mísero minuto le hizo olvidar su molestia por el apodo.

Había sido una mañana cualquiera en la que el pelinegro se les había pegado en la hora del almuerzo, ya que en esa ocasión Louis fue quién lo visitó en el taller alegando que él casi nunca se presentaba allí cuando deseaban juntarse, y a Zayn en algún segundo de su charla se le había escapado accidentalmente llamarle como el diminutivo de una flor, provocando una risa cantarina y unas líneas delicadas al lado del único par de ojos azules presentes que indicaron que la palabra en realidad no le parecía algo despectivo u horrendo.

Aún y si al castaño le parece tierno, Harry no cree ser capaz de soportar esa manera de referirse hacia él por parte de su amigo más cercano.

—Pues a mí no me lo parece, así que deja de decirlo en mi presencia a menos de que esté acompañado de Louis.

—Vaya, no creía que Harry fuera a ser del tipo celoso con su novio. —Piensa Adam en voz alta al cruzarse de brazos y recargarse en una columna a un lado de una de las puertas para poder ingresar al local.

New kisses ✦ larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora