I͇͓͔z̙̦̘u͚̻̙k͔̻̫u̡͔͜ E͉͚̼l̘̙͜ H̝̘͕e̺̞̦r͎̼͖e̪̦͜d̝͚͜e̢̠͎r̡̝͚o͕͔͓.̡̝͜

Parte 1 - Morir como un muerto.

Izuku Midoriya o Deku, estaba escondido en una fabrica de colchones abandonada esperando a su primera victima. 

Era muy paciente y sabría que llegaría en cualquier momento tenia grandes motivos para llegar aquí. Una chica sexi le había citado a este lugar para "hablar", pero no recibiría una mamada o dejaría de ser un virgen cuando entrara a el edificio... 

Con suerte cortaría su cuello y su dolor seria momentáneo antes de morir. 

Pero... Izuku no contaba con que el tuviera suerte... Había sido su primera opción para comenzar su legado... Lo cual era bastante jodido.   

— ¡Hola! — Se escucho el eco de la voz de aquel tipo. — ¿Yukana-Chan estas aquí? — 

No, no estaba en ese lugar. Pero no podía decirle aunque pronto se daría cuenta...

Los techos de este edificio en particular eran bastante pequeños y había columnas que sostenían la estructura del edificio por todos lados. Con una peculiaridad como la suya no tenia forma de escapar o maniobrar en este lugar, lo cual era perfecto.

—¡Yukana-Chan!— Grito nuevamente.

— Si no sales va a irse... Izuku planeaste todo esto desde hace un mes y es el momento de que lo hagas... — El chico subió el cubrebocas de su cuello a su rostro y tomo el cuchillo militar que había en su chaqueta.

Antes de que su cerebro ordenara a su cuerpo que debía moverse ya estaba corriendo en dirección de su presa a gran velocidad. 

Su cuerpo se movió solo...

Sus rápidos pasos casi no se escuchaban el había modificado las suelas de sus zapatos para hacer el menor ruido posible... Pero aun así en un espacio tan silencioso como ese se escucharía el mas mínimo detalle.

— ¿Yukana-Chan? — Pregunto el chico volteando su rostro y viendo a un maniático correr hacia a el con un cuchillo en su mano, sus instintos de supervivencia lo hicieron correr mientras gritaba asustado. — ¡AYUDA ALGUIEN QUIERE MATARME!—

Recordó que tenia alas y estas emergieron intentando un escape pero Izuku no lo dejo y pateo su espalda con ambas piernas con la suficiente fuerza para derivarlo.

El chico rodo en el suelo y se golpeo la cabeza contra una de las paredes de el edificio.  —Cof cof maldito...— Algo de sangre cayo por su rostro y vio a Izuku acercarse a el con el cuchillo en su mano. —¿¡Quien diablos eres!?— Exclamo molesto. 

— Esta ropa cumple su función perfectamente... — Pensó Izuku, había cubierto su ropa con pintura e incluso tiño su cabello con una de esas latas de tinte temporal para hacerlo irreconocible.