La gran guerra de Underworld parte 4: Gran Viaje

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Muy buenas seguidores y bienvenidos al final del arco de Underworld espero les guste 

Un fenómeno asombroso, a una escala que era difícil de estimar, uno podría decir que rivalizaba con la manipulación geográfica de Stacia, envolvió por completo el campo de batalla.

Zarcillos de hielo transparente color zafiro se extendieron a partir de la niebla blanca y se envolvieron alrededor de PoH y todos y cada uno de los 20000 jugadores chinos y coreanos. Los zarcillos parecían bastante delicados y frágiles, se veían como si fueran a romperse con el más ligero toque, pero los movimientos de los jugadores frenéticos por la batalla se detuvieron en un abrir y cerrar de ojos; como si algún tipo de magia para alterar el tiempo les hubiese sido aplicada.

Un corto silencio fue seguido por sonidos de impresión e ira, pero esas voces también se apagaron inmediatamente. Atrapados por las vides de hielo, los jugadores fueron envueltos rápidamente en escarcha y se solidificaron en hielo en cuestión de segundos.

Asuna le echó un vistazo al caballero carmesí que había corrido a ayudar a Klein, pero él también había sido transformado en una escultura de hielo. No parecía sentir dolor; sin embargo, los ojos detrás de su visera fueron se cerraron tranquilamente. No estaba destinado a causar dolor o sufrimiento, simplemente una técnica para restringir el movimiento.

—Gracias, Liena... Ya estoy bien. — Miró hacia el rostro de Sortiliena y asintió.

La Guardiana líder retiró su mano silenciosamente y Asuna corrió a través del suelo cubierto de escarcha con extrema urgencia hacia Kirito. Sortiliena la seguía de cerca, y una chica Guardián, Ronye, también llegó luchando entre las filas del ejército del Imperio Humano.

Kirito permaneció boca abajo y sin moverse en el suelo, su brazo izquierdo abrazaba la espada rota, pero Asuna comprendió. Este era el momento en el que el corazón de Kirito estaba a punto de ser revivido. Ella sólo necesitaba sujetar su mano, abrazarlo fuertemente y llamarlo por su nombre y él sin duda regresaría. Sin duda.

Esa distancia de 10 cortos metros parecía tan larga como los confines de la tierra. Ese tiempo de más o menos 10 cortos segundos parecía tan largo como una eternidad. Pero con cada paso de sus desgastados pies, la figura de su amado se hacía un poco más grande. Mira, sólo un poco, un poco más, y su mano tocaría.

Justo cuando la mano derecha completamente extendida de Asuna estaba a punto de tocar el cabello negro que extrañaba dolorosamente. Un ensordecedor ruido rugió detrás de ella. La forma de un segador, destrozando las vides heladas y el hielo, dando un paso violento hacia delante.

El dobladillo de su poncho negro se agitaba como alas demoniacas, PoH soltó un rugido estruendoso.

—¡He esperado mucho tiempo por esto! Ahora, bailemos... ¡Kirito! — Gritando su nombre por primera vez desde SAO hasta donde Asuna podía recordar, PoH blandió la Mate Chopper en su puño derecho mientras saltaba en el aire como un extraño pájaro.

Envuelto en un aura negra rojiza de muerte, la aterradoramente gruesa cuchilla chirrió desde arriba hasta abajo. No estaba dirigida a Kirito, sino a Asuna y los demás.

Sortiliena corrió hacia delante y levantó su marcada espada hasta su cabeza, preparándose para recibir el impacto del segador.

Pero la cuchilla demoniaca, hinchada a casi 3 veces su tamaño original, ni siquiera necesito hacer contacto con su espada; el aura envuelta en ella fue suficiente para impactar el arma de Sortiliena a la mitad.

El impacto mandó a volar a la líder Guardiana. Asuna y Ronye la ayudaron desesperadamente desde atrás. La fatal cuchillada rugió directamente en dirección al trio, amontonadas juntas en el suelo.

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