2. ¿A quién llamas feo?

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El timbre de la escuela sonó, las clases habían terminado. Era hora de irse a casa, rápidamente fui a mi casillero a meter unas cosas y al momento de cerrarlo, pude observar que esa chica de cabello rubio y con puntas rosadas hasta los hombros seguía viéndome a la distancia. Traté de ignorarla y simplemente me fui.

Podía esconderme en un callejón que está a una cuadra de la escuela y cambiarme ahí para irme a casa balanceándome, y de paso atrapar algunos criminales, como siempre lo había hecho desde que me había convertido en Spider-Man, pero, por alguna extraña razón, esta vez no lo hice, decidí tomar el tren subterráneo para llegar a casa, cosa que cualquier humano sin súper poderes haría.

De camino a la estación, que estaba a solo una cuadra de la escuela, me sentí observado, no era mi sentido arácnido, era la sensación que todo humano puede tener, volteaba para todos lados, caminaba rápidamente, al tener mi traje dentro de mi mochila y mis lanza redes igual, me sentía indefenso y expuesto a que todos supieran quién soy si es que fuera algún villano el que me acechaba.

Seguí mi camino ignorando todo eso y llegué a la estación, el tren no tardó más de 2 minutos en llegar a ella, me subí y para mi sorpresa, detrás mío estaba la chica que me observaba en la escuela, quien se subió al mismo vagón y se sentó frente a mi, esto ya no era casualidad, y si sí lo era, debía ser una bastante jodida.

Para ocultar mi más que evidente nerviosismo, saqué el primer libro que encontré en mi mochila y lo abrí en una página aleatoria para cubrir mi cara.

Para mi mala suerte, era el libro de Biología en la sección de anatomía humana, y la página que me tocó no era más que un esquema del aparato reproductor masculino.

Durante unos minutos me mantuve así, hojeando el libro disimulando leerlo, y por simple curiosidad, miré de reojo a la chica, quien también me estaba viendo a mí con una cara nerviosa, cuando nuestras miradas se cruzaron, ambos nos escondimos con los libros que teníamos a mano, igual que antes. Pude observar que ella estaba leyendo una especie de cómic con el título "Ultimate Spider-Man #29" y debajo de este, una ilustración de mí con el traje bastante detallada, en su rosada mochila sobresalía otro cómic, "Deadpool's Secret Wars #2".

Me pregunté si eran aquellos cómics de los que me habló Gwenpool ¿En que momento habían sacado un cómic inspirado en Spider-Man? Por un momento lo consideré una falta de respeto, yo era un héroe, que luchaba por defender al indefenso, no una marioneta de entretenimiento, eso lo aprendí a la mala...

Llegué a mi destino después de minutos de mirarnos y escondernos varias veces, incluso había gente que ya nos veía raro. Cuando bajé del vagón y me dirigía a la salida de la estación, pude ver que la chica aún me seguía. Esto ya no era coincidencia, ella de verdad me estaba persiguiendo, la cosa es que había algo familiar en ella que no pude identificar, solo lo sentía, ya la había visto antes pero no sabía dónde.

Lo peor era que no disimulaba para nada, solo me seguía, ni siquiera se escondía o algo, pero eso me dio un plan, que en un primer momento consideré estúpido, pero no había mucho por hacer en aquel momento.

Llevé a cabo mi plan, dejé de caminar, y sin voltear le dije: —Oye, tú, sé que me sigues.

Vi por el rabillo del ojo que ella también se detuvo por un instante, luego caminó hacia mí, cuando estaba lo suficientemente cerca, no habló, solo hizo una seña con las manos... la misma seña que hago al disparar mí telaraña...

Estaba totalmente paralizado ¿O sea que me observaba porque sabía que yo era Spider-Man?

—¿E... eso... qué es? —pregunté claramente aterrado.

—Tú dime... Spider-Man.

—¿De qué hablas? Yo no soy Spider-Man.

—Hay más de mil razones para confirmar que TÚ eres Spider-Man, muchas de las cuales ni siquiera entenderías. —esto último lo susurró.

Demencia | Spider-Man x Gwenpool (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora