Prólogo

1.3K 60 11
                                    


Las sábanas nunca se sintieron tan frías, mis respiros nunca se sintieron tan muertos, y sin dudas, su ausencia nunca se sintió tan notoria.

En medio de mi cama me encontraba yo, estaba teniendo el sueño más desagradable de todos, parecía que ni siquiera mi propia mente estaba de mi lado en estos días, es como si todo el mundo estuviese en mi contra.

Ese sueño me había estado atormentando por dos meses enteros, desde el día en que pasó.

Yo solo soy un chico de 17 años ¿Por qué tuvo que tocarme esto a mi?

Llevaba ya 2 años siendo Spider-Man, el Duende Verde había secuestrado a mi amada, Gwen Stacy.

Nuestra pelea nos llevó hasta el puente de Brooklyn, mi cuerpo dolía, pero debía seguir, si no, cargaría con la muerte de Gwen y no me lo podía permitir.

Estaba tomando al Duende por detrás, rodeando mis brazos en su cuello tratando de asfixiarlo, pero el Duende se liberó, tomó a Gwen del cuello, se acercó al borde del puente... y luego ocurrió...

—¡Si tanto la amas, podrás sufrir por ella! —exclamó el Duende Verde, dejando caer a Gwen.

Yo me lancé, traté de salvarla, en serio traté de hacerlo, con una telaraña intenté alcanzarla, y justo unos metros antes de tocar el suelo, la telaraña atrapó a Gwen, y la caída frenó repentinamente.

Yo me halagaba, realmente estaba seguro de que la había salvado. Pero... algo estaba mal, ella no se movía.

Me acerqué a Gwen, confiado en que solo estaba inconsciente.

—Claro que sufriría por ella. —dije hablando para mí mismo. —¿Quien más habría salvado a una chica de una muerte segu...?

—¿G-Gwen...?

—Oye, ¿Que te pasa? ¿No lo entiendes? Te he salvado, no puedes estar...

Para asegurarme, puse mi dedo índice sobre el cuello de Gwen, para ver si tenía pulso. No sentí nada.

Mi máscara lo ocultaba, pero mis lágrimas empezaban a hacer ríos e inundaron mi cara.

—No... ¡No! ¡NO! No estes muerta, Gwen, no quiero que estes muerta, ¡No puedes! —exclamé mientras abrazaba su cadáver. —Te he salvado, ¿No lo entiendes? Te he salvado...

Finalmente me rompí emocionalmente, golpeé el piso con tanta fuerza que lo agrieté, todo esto acompañado de sollozos por parte mía.

—¡VAS A PAGAR POR ESTO, HIJO DE PUTA! ¡Y POR LO QUE LE HICISTE A GWEN, MORIRÁS! —grité con todas mis fuerzas, para mi mala suerte, el Duende iba a lo lejos, escapando entre siniestras carcajadas montado en su planeador.

—¡Voy a acabar contigo, Duende, voy a destruirte lentamente! Y cuando empieces a suplicarme por piedad, te recordaré una cosa... ¡QUE HAS MATADO A LA CHICA QUE AMO!

Me desperté al cabo de unos minutos, de una forma no muy agradable que digamos, creo que a nadie le gustaría pasar por eso todas las noches.

Mis respiración estaba agitada, cada una de mis extremidades temblaba sin parar, y el asqueroso sudor que inundaba mi cuerpo era simplemente desagradable.

Se me dificultaba bastante mover si quiera un brazo, y por más que lo intentaba, terminaba inmovilizado por su constante temblor.

Luego de varios intentos, finalmente pude moverme. Me levanté de la cama y miré abajo de esta, saqué un pequeño maletín que anteriormente le perteneció a mi tío Ben, lo abrí y miré mi traje.

Estaba cansado de tener que lidiar con todo esto, cansado de tenerle miedo a ese maldito traje, primero mi tío Ben, luego Gwen, ¿Quien sigue? ¿May? ¿Harry? Mientras ellos estén bien no me importa lo que me pase a mí.

Me lo pensé dos veces, pero finalmente me puse el traje, y salí por la ventana, tratando de no hacer ruido para no despertar a la tía May.

Pensé que tal vez patrullar un poco aclararía mi mente...

Demencia | Spider-Man x Gwenpool (EN EDICIÓN)Onde histórias criam vida. Descubra agora