Demencia | Spider-Man x Gwenpool (EN EDICIÓN)

5. No me gustan los reptiles

Narra Peter

Cuando escuchamos los gritos desesperados de la gente, rápidamente fuimos a ver que pasaba, cuando nos asomamos, nos encontramos con que el Lagarto había vuelto. Rápidamente, Gwen y yo nos pusimos nuestras máscaras.

—Connors... Pensé que ya había aprendido —dije decepcionado de cierta forma, no me gustaba ver cómo alguien que había sido tan paternal conmigo se transformaba en una bestia salvaje por una obsesión de su pasado.

—Bueno, esta vez lo hará —dijo Gwenpool subiéndose en mi espalda, yo salté del edificio y me columpié para llegar donde el Lagarto.

—¡Esto es como estar en una montaña rusa pero miles de veces más extremo! —exclamó Gwenpool mientras nos columpiábamos en dirección a Connors.

—A la larga te acostumbras...

Tan pronto llegamos, pudimos ver cómo el Lagarto tomaba una camioneta con personas adentro, estaba a punto de aplastarla como a una hoja de papel, pero antes de la tragedia, un policía le disparó por la espalda.

El Lagarto soltó el auto, tomó al policía, y con su enorme hocico y afilados dientes, le arrancó la cabeza de un solo mordisco, la sangre manchó su maltratada bata blanca, después, dejó el cadáver decapitado ahí tirado, en medio de la caótica calle, pensé en cómo ese policía había evitado una tragedia, solo para que sucediera otra y no llegué a tiempo para salvarlo...

La reacción de Gwenpool fue taparse la boca con sus manos en señal de sorpresa y horror.

—Es normal cuando peleas con el, ¡Vamos! —exclamé yendo hacia Connors para atacarlo.

El Lagarto tampoco se anduvo con juegos, ya que también corrió hacia mi, arrasando con todos los autos que se atravesaban en su camino.

Cuando nos encontramos cara a cara, Connors trató de rasguñarme con sus filosas garras, pero yo lo esquivé dando una voltereta en el aire, luego, con una telaraña até su mano a un auto y me subí en su lomo para tratar de neutralizarlo.

Pero, el reptil se liberó, con sus dos gigantescas y escamosas manos me tomó de los brazos y me estrelló contra el suelo, dejándome inmovilizado.

Gwenpool se le acercó por la espalda y con sus katanas lo atacó con rapidez, y, en uno de esos ataques terminó cortándole un dedo a Connors, en respuesta, el reptil dio un rugido de dolor y golpeó a Gwen, ella salió volando unos metros hasta que se estrelló contra un auto, provocándole una gran abolladura y que los cristales de las ventanas terminaran en mil pedazos, Gwen se quedó unos segundos en el suelo dando quejidos de dolor.

De todos modos eso no era un gran problema para el Lagarto, ya que en cuestión de segundos su dedo perdido volvió a crecer con todo y uña, de una manera asquerosa.

Yo me levanté y Connors volvió a intentar rasguñarme, teniendo éxito en esta ocasión, dándome uno en mi hombro derecho

—¡Agh! ¡Oye! Respeta los trajes, yo no me metí con tu bata.

—¡Pues yo si me meteré con su bata!— exclamó Gwenpool dirigiéndose al Lagarto con sus katanas al frente.

Pero, con unos grandes reflejos, Connors tomó a Gwen en el aire y la lanzó hacia mí, ambos nos estrellamos y caímos de forma que ella quedó encima de mí.