Demencia | Spider-Man x Gwenpool (EN EDICIÓN)

4. Muestra de corazón

(Nota anticipada: hay algunos villanos clásicos de Spider-Man que en esta historia tendrán modificaciones en sus orígenes y/o personalidades, así que si hay algún villano que no les gustó porque según "no es apegado a los cómics" no anden rompiéndome las bolas)

Narra Peter Parker

Iba de salida de la escuela, creí que Gwen solo bromeaba con eso de los papelitos, pero, mientras estaba metido en mis pensamientos, caminando hacia la salida de la escuela, sentí que alguien me tocó el hombro.

—¿Que quieres? —pregunté fríamente creyendo que era ella, pero al momento de voltear, vi que era nada más y nada menos que Harry Osborn.

—Peter, ¿estás bien? —preguntó Harry con preocupación—. Desde lo de Gwen te he notado más distante, cada día te apartas más de mí, de todos...

—Estoy bien, no es nada... —le respondí de forma seca, luego continué mi camino, dejando a Harry atrás.

—No, Peter, no estás bien —dijo Harry caminando más rápido para ir a mi paso.

—Háblame cuando tú pierdas a la persona que más amas —dije por toda respuesta. No quería seguir hablando de eso.

—¡Peter! —oí esa voz que ya estaba empezando a reconocer—. ¿Que dices? ¿Aceptas mi propuesta, Spider-M... —Antes de que Gwen pudiera terminar la oración, yo le tapé la boca con rapidez ante la presencia de Harry.

—¡Si primero arreglas ese cerebro tuyo!

La mirada confusa de Harry dirigiéndose a Gwen y después a mí lo dijo todo.

—Espera... Peter... ¿Tienes...?¿Ella es tu nueva novia?

—¡No! —exclamé casi inmediatamente después de que Harry terminara la pregunta.

Debo decir que me sorprendió que Gwen no abriera la boca, dejó que yo respondiera por ambos.

—En fin, vámonos, Peter —dijo Gwen, tomándome del brazo y llevándome con ella.

—Nos vemos, Harry... —dije a la distancia.

Seguimos así hasta llegar a aquel callejón a la vuelta de la escuela, donde solía ponerme el traje a escondidas.

•••

—Siempre supe que aquí era...

—¿Y como se supone que nos cambiaremos aquí? —pregunté.

—¡Con el poder del guión! Sólo voltea y cierra los ojos, Peter. Te avisaré cuando puedas abrirlos.

—Ajá.

Hice lo que me pidió, sintiéndome cada segundo más ridículo que el anterior, hasta que me dijo que ya podía abrir los ojos.

Cuando volteé a verla, mágicamente tenía todo su traje puesto, hasta con sus katanas en la espalda.

—No quiero saber cómo es que lo haces...

—Te veo allá —dijo señalando la cima de un edificio que estaba frente a nosotros, yo me quité mi mochila y comencé a sacar mi traje, cuando volteé, ella ya no estaba.

Como sea, me vestí, me puse mis lanza redes en mis muñecas, y finalmente mi máscara, luego até mi mochila a la pared con una telaraña, y fui al punto de encuentro, en él, estaba Gwenpool sentada en el suelo, leyendo algo que parecía ser el cómic del otro día.

—Ah, eres tú, ven —dijo poniendo su mano al lado suyo, indicando que quería que yo me sentara junto a ella.

—No podemos tener este tipo de distracciones, no cuando tú deber es cuidar al inocente, a quienes no puedan protegerse a sí mismos, Gwen.

—Ay, qué serio, ni que estuviéramos en DC —bromeó. Debo decir que de alguna manera me convenció.

Yo caminé hacia ella y me senté a su lado, luego me quité mi máscara y ella se quitó la suya, lo único que quería lograr con eso era ver ese dichoso cómic sobre mí, no por otra cosa...

—Esto te resultará raro —dijo enseñándome una página donde claramente en uno de los paneles, hay alguien parecido a mí, incluso también se llamaba Peter Parker.

—¿Cuándo se publicó esto? —pregunté con curiosidad y nerviosismo. Si era lo que pensaba, alguien sabía de mi identidad y estaba lucrandose de ello...

—Hace años, Ultimate Spider-Man lleva desde los 90's, es mi serie de cómics favorita sobre ti, ¡y tú eres mi superhéroe favorito! —me dijo con el mismo tono con el que los niños me hablan al ver en mí al héroe de su día a día, eso... En cierta parte me dió ternura—. Y si, Brian Michael Bendis a veces es un genio y a veces un hijo de perra.

—Es bueno saber que tengo una admiradora —contesté—. La gente no suele pensar lo mismo sobre mí. En todos lados veo mi imagen, y a Jameson, hablando mal de mí y de nuestros colegas... aún así le vendo fotos, porque en el fondo... es la única manera que tengo de sobrevivir...

—Eh... Sinceramente creí que siempre hacías bromas como en tus cómics —se veía sorprendida, pero tenía un tono de disculpa que no pude evitar notar.

—Lo solía hacer hasta hace poco, es solo que creo que he tenido un mal día... o semana... mes... año... vida...

—Lo superarás, lo sé, porque confío en ti, Peter.

—¿Como estás tan segura?

—Porque tú eres Spider-Man, y si esa maldita obra maestra que es Into The Spider-Verse me enseñó algo, es que si la vida te golpea, siempre te levantas, ademas de que bailas genial cuando tienes alienígenas negros invadiendo tu cuerpo.

Me reí ligeramente: —Es algo que me da vergüenza recordar, Gwen —dije con un tono más alegre.

—Lamento lo de tu novia —dijo Gwenpool tras un rato de silencio y de manera no sarcástica, sorprendentemente—. Debe ser algo muy feo tener que vivir con ese peso en tu cabeza, el no poder salvar a quien más amas —siguió hablando.

Yo estaba sorprendido, nunca me imaginaba ver a esa chica risueña y entretenida comportándose seriamente.

—¿Sabes? Mi caso es similar, me quedé atrapada en esta dimensión cuando vivía una vida común en mi universo, pero no es como este, en el mío tanto tu como otros superhéroes y villanos no existen, más que solo en cómics, películas y así, cuando era pequeña vi por primera vez una película sobre ti, y desde ese momento me enamoré de los cómics, de sus personajes, sus historias, eran increíbles, sobre todo tú...

Tragué saliva. Ese comentario me hizo sonrojar.

—¿Y... yo...?

—Tú me enseñaste lo humanos que son ustedes los superhéroes, que detrás de esos trajes tan coloridos y esos músculos y habilidades increíbles, hay personas que tienen sentimientos...

Sin dudas, me sentí tan... ¿Diferente? Nuestras manos estaban recargadas en el suelo, y pude sentir nuestros dedos tocándose. En un movimiento casi instintivo quité mi mano y la acomodé de otra manera, además, no es como si Gwenpool me gustara o algo así...

En ese momento, oímos gritos de gente desesperada allá abajo en las calles. Ambos nos pusimos nuestras máscaras y fuimos a ver qué pasaba, solo pudimos ver a gente huyendo de una gran figura que pide reconocer casi inmediatamente...