The lucky one │Harry Styles│

10.

―¿Eso te dijo el idiota de Styles? ―dijo Sofi un poco alterada al otro lado de la línea por lo que tuve que despegar el auricular de mi oído.

―Sofi ―pausé―, no hay necesidad de llamarlo así ―dije en un tono suave.

―¿Qué no lo llame así? ―gritó―. ¡No tiene derecho a tratarte así! ―tomó aire―, no después de la gran amistad que tuvieron ―pausó―. Juro que cuando lo vea voy a matarlo.

―Nadie va a matar a nadie ―dije en un tono tranquilo―. De igual... ―pausé debido a que el timbre de la casa acababa de sonar―. De igual manera no es para tanto ―me acerqué a la entrada―. Además creo que Harry estará bien con Emily ―me asomé para ver quién era―. Sofi debo colgar ―pausé y abrí la puerta―, Luke está aquí ―sonreí―. Debo terminar con las entrevistas.

―De acuerdo ―pausó―, ¿nos vemos mañana?

―Sofi es domingo ―me quejé.

―Iré a tu casa entonces.

―Bien acá te espero ―sonreí a Luke mientras le hacia una seña para que pasara―. Adiós.

―Adiós ―pausó―, saluda a Luke de mi parte.

―Adiós Sofía ―reí y colgué.

Cerré la puerta y guardé el teléfono en mi bolsillo tarsero del pantalón después de colgar con Sofía. Observé a Luke que se encontraba parado frente a un repisa en donde había fotos mías y de mí familia, también había una que otra con Harry.

―Sofi te manda saludos ―dije llamando su atención hacia mí.

―¿Sofi? ―me miró con el ceño fruncido.

―Mi mejor amiga ―sonreí.

Agarré mi mochila y salimos de mi casa, debíamos ir a la escuela para que hiciera la entrevista al entrenador Drew y después iríamos a comer algo por ahí; yo deseaba con muchas ganas que fueran hamburguesas, llevaba con este antojo desde hace más de un mes y no sabía cuánto más podría resistir.

―¿Cómo te fue con Styles? ―preguntó Luke sin quitar los ojos de la calle.

―Digamos que no muy bien ―suspiré―, pero terminé la entrevista.

―¿Tan mal estuvo? ―me miró rápido.

―No ―mordí mi labio inferior―, solo que Harry se portó un poco grosero al final pero no importa.

―Con grosero ¿te refieres a...? ―alargó la última letra.

―Dijo cosas que no debió decir ―lo miré―. Pero, ¿te digo algo? Me di cuenta de lo que significaba para Harry nuestra amistad y al parecer es muy poco. Yo sé que mis problemas con Emily son sólo míos y de nadie más pero la eligió sobre mí y yo respeto su decisión, aunque debo admitir que me siento decepcionada ―dije mirando al frente.

―Por algo pasan las cosas ―se detuvo en una luz roja―. Ahora me conoces a mí.

―Y eso es algo bueno ―lo miré y reí―. Tienes razón dejaré de preocuparme por Harry y comenzaré a preocuparme por mí.

―Bien dicho ―sonrió y puso el auto en marcha nuevamente.

Cuando llegamos a la escuela, fácilmente encontramos lugar para aparcar, mejor dicho, Luke. Era Sábado, por lo tanto los únicos carros que habían eran de unos cuantos profesores, las porristas y los de intendencia.

Caminamos por los pasillos hasta llegar a las canchas de americano en donde se encontraban practicando las porristas; la oficina del entrenador Drew estaba del otro lado de la cancha así que tuvimos que atravesar ésta bajo el horrible rayo de sol, ¿cómo es que las porristas aguantaban estar ahí?