The lucky one │Harry Styles│

23.

OCTUBRE.

Han pasado dos meses desde que Harry y yo nos confesamos lo que sentimos el uno por el otro, y a pesar de eso nuestra relación como amigos ha ido muy bien, me alegra mucho que no se haya tornado incómoda la situación como suele pasar con algunas personas, y lo mejor es que hasta ahora ninguno de los dos ha metido la pata y eso es genial pues realmente quiero que Harry y yo volvamos a ser los mejores amigos y si se puede, ser una pareja, como él lo dijo.

Terminé de arreglarme para el juego de hoy aunque siendo honesta no me arreglé, sólo me di una ducha y me he puesto una ropa de lo más casual posible. Guardé mi cámara en una mochilita y escuché el timbre sonar.

Bajé rápidamente, Sofi y Niall habían venido por mí; Niall manejó hasta la escuela y cada quien buscó un buen lugar, me coloqué a la mitad de las gradas para tener buenas tomas del partido de hoy. Saqué mi cámara y comencé a enfocar al equipo que se encontraba con el entrenador, seguramente estaban planeando las jugadas. Tomé una foto y luego sonó un silbato, los chicos corrieron a sus posiciones y el partido comenzó.

Durante toda la noche estuve haciendo tomas, varias de ellas eran de Harry para mi colección y varias del equipo para su anuario.

El partido terminó, con un marcador de 24-23 a favor de nuestro equipo, ahora los chicos debían prepararse para los Play Offs, ahí se decidiría si iban a la final o no.

―No te vayas ―gritó Harry ―, volveré en unos minutos.

―No quiero ir a la fiesta ―hice un gesto de desagrado.

―No iremos ―gritó―, solo espérame ―asentí.

Vi a Harry entrar a las regaderas cuando alguien tomó asiento a mi lado.

―No entiendo que vio Harry en ti ―dijo Amy examinándome―. Es obvio que soy más linda que tú.

―Yo tampoco lo sé ―sonreí forzadamente― pero seguramente es algo que tú no tienes.

―¿Realmente crees que Harry quiera estar con alguien como tú en lugar de alguien como yo? ―me miró confundida.

―Bueno ―tomé aire―, juzga por ti misma ―sonreí.

Me miró pensativamente, pobre chica, estaba usando las pocas neuronas que aún tenía vivas, o medio vivas.

―¿Lástima tal vez? ―hizo una mueca―. Eres la única chica que nunca ha tenido un novio ―suspiró―. Harry está haciéndote un favor al salir contigo pero tarde o temprano te dejará.

―He vuelt... Amy ―dijo serio.

―Yo ya me iba ―sonrió dulcemente, se levantó y caminó hacia las porristas.

―¿Qué te dijo? ―preguntó Harry.

―Tonterías ―lo miré―. La verdad no vale la pena repetir eso.

Después de esa pequeña conversación, Harry y yo caminamos a su auto, estuve insistiendo para que me dijera a dónde íbamos pero no conseguí sacarle ni un poco de información así que tuve que esperar a que llegáramos a donde quiera que íbamos.

El viaje se estaba haciendo demasiado largo y al parecer me quedé dormida en el asiento de copiloto. Una corriente de aire fresco chocó contra mi cara y me desperté ya que Harry me movió ligeramente, me ofreció su mano para salir del auto y vi el hermoso paisaje, Harry me había traído a un hermoso lago, sacó una mochila y algo parecido a una toalla, ésta última la colocó en el pasto cerca de la orilla del lago.

―Una toalla ¿eh? ―sonreí pícaramente―. ¡Que romántico! ―dije llevando ambas manos a la altura de mi corazón para dramatizar un poco.

―Que te puedo decir ―me miró orgulloso de su hazaña―, soy Harry Styles.