Dulce Inocencia [Jinsoo]

06

Toda las personas presentes en el hogar, específicamente en la cocina, se encontraban desayunado la rica comida que Jennie preparó unos cuantos minutos antes. 

—Hoy no creo que pueda pasarlos a buscar—Yoongi rompió el silencio—Estaré ocupado con algunos asuntos del trabajo.

Jisoo hizo un puchero de forma inconsciente. La última vez que quedó a solas con el jovencito de cabellera oscura, no salió todo muy bien.

Al menos luego de eso él se disculpó. Su corazoncito no se equivocaba. ¡De verdad era una muy buena personita!

—Yo tampoco puedo—Jennie avisó antes de tomar su vaso con jugo de naranja.

Jin solo frotó su frente, soltando un bostezo segundos después. Bien, ahora no podría irse a algun lugar porque tendría que volver a casa con Jisoo.

Perfecto.

—Apenas terminen las clases, se vuelven. No quiero que se haga más tarde y se vuelva todo muy peligroso a altas horas de la noche—El de tez pálida señaló al menor con su cubierto, sacándole una risa.

—Claro, porque las personas malas solo aparecen de noche. Son como vampiros—Se burló Jin ante las palabras de su amigo.

Yoongi solo decidió ignorar aquel comentario y observó a su hermana menor, que solo comía con tranquilidad.

No quería dejarlos a ambos solos. Luego de ver el estado de la menor cuando llegaron  juntos de la escuela, no quería saber más nada de eso.

Pero no tenía otra opción, ni siquiera dejaría a mano algún taxi. Actualmente no salen para nada baratos y prefería gastar su dinero en cosas mas útiles.

Solo esperaba que todo saliera bien. Aunque estaba muy seguro de que estaría pensando en su hermanita junto con su amigo cada dos segundos.

Y no lo dejaría para nada tranquilo.

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Hoseok chocó los cinco con su amigo apenas éste levantó su mano. Un saludo super original que hacían cuando ambos tenían el  humor en sus venas.

—Hola Jisoo—El rubio también saludó a la pelinegra que se encontraba detrás de Jin.

—Buen día Hobi. ¡Me alegra verte!—La menor de todos agitó su pequeña mano y se colocó al lado de Kim— ¡Jinnie!—Lo llamó.

El mencionado giró su cabeza hacia la derecha, siendo esto completamente dejado de lado cuando vio pasar a una chica casi cerca de los tres jóvenes.

Sus labios comenzaron a curvearse en una pícara sonrisa apenas la otra adolescente lo observó, regalándole una mirada con completo descaro y coqueteo.

Hasta que todo se arruinó cuando una cabecita se puso en frente, perdiendo de vista a la otra chica.

Tensó su mandíbula, evitando maldecir. Sus ojos bajaron un poco hasta toparse con el sonrojado rostro de Jisoo.

— ¿Qué?—Habló de manera tosca.

—Uh, yo... yo...—Balbuceó—Quería agradecerte otra vez por... por ayudarme con mis hojitas. ¡Es por eso que quiero regalarte una!

La ceja derecha de SeokJin se levantó y tomó la hoja entre sus manos, viendo un corazoncito junto con una flor en ambas puntas.

—Demo irme a mi salón—Avisó, alejándose de su amigo y de la pelinegra, dejándolos solos.