Dulce Inocencia [Jinsoo]

14

SeokJin poco a poco abrió sus ojos, y se quejó por lo bajo, creyendo que el sol impactaría contra su rostro dentro de poco debido a la intrusión de Jennie a su habitación.

Pero nada de eso pasó. 

Sintió como una manito se apoyaba en su brazo izquierdo, apretando y arrugando un poco la manga de su remera.

Oh no.

Como si estuviera en una escena de terror, con lentitud giró su rostro hasta quedar por encima de su hombro.

Jisoo estaba a su lado, durmiendo con tranquilidad y con sus mejillas sonrojadas.

¿Y qué hizo él? Lo normal. Estrellar su trasero contra el suelo ante la sorpresa.

Otra vez se quejó y observó el alrededor. En segundos se dio cuenta que no estaba en su habitación.

Al menos agradecía recordar todo lo de anoche. Si se hubiese emborrachado, pues ahí sí sería un problema grave.

E igual se sorprendía bastante el haber aceptado dormir con Jisoo. Ni con cincuenta vasos de alcohol en su interior lo hubiese hecho.

Frotó su cabeza y luego fregó sus ojos. Tenía bastante sueño, no quería ir a la escuela.

Aunque nunca quería.

El sueño, y lo adormilado que se encontraba, se esfumó rápidamente de su organismo al recordar que ya era de mañana. En cualquier momento Jennie se despertaría o subiría las escaleras para levantarlos.

Si lo veía en la habitación de Jisoo, sería pollo frito.

—Genial. Ahora tengo hambre–Murmuró ante el dolor en su estómago.

Sin perder más el tiempo, se levantó del suelo a tropezones, y salió de la habitación de la pequeña pelinegra.

Y, como la mala suerte estaba de su lado la mayoría de las veces, su cuerpo otra vez se estrelló contra el suelo del pasillo.

— ¡Jin!—Desde la planta baja se escuchó aquel grito. La cabeza de Jennie se asomó por las escaleras con un semblante preocupado— ¿Estás bien?

—A-ah, si—Volvió a levantarse del suelo, casi cayéndose de nuevo ante los nervios y su torpeza—Es solo que... salí rápido de mi habitación para poder ganar el baño—Rio incómodo.

—Oh... bueno—La castaña le sonrió—De hecho... ya estaba por ir a levantarte. A ti y a Jisoo—Aclaró—Pero es muy bonito que ahora empieces a hacerlo solo.

SeokJin hubiese rodado los ojos ante aquello mencionado, pero se trataba de Jennie. Sabía que esas palabras, aunque a veces no eran las adecuadas, no iban con mala intención o con burla.

—Gracias—Hizo una reverencia y se dirigió hacia el baño, ahora un poco más tranquilo.

Desde la parte baja de las escaleras, Jennie finalizó la breve conversación con una reconfortante sonrisa.

Presentía un posible cambio en el amigo de su pareja y eso le agradaba.

Solamente esperaba no estar equivocada con respecto a su suposición.

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Tanto Jisoo como Jin entraron a la escuela una vez llegaron. La menor no podía evitar saltar de la alegría. Su cuerpecito se encontraba feliz y tranquilo.

¡Durmió con Jinnie!

No era algo que necesitaba en su vida y tampoco creyó que sucedería, pero a pesar de eso, le gustó.