Dulce Inocencia [Jinsoo]

22

En la noche...

El sonido de los cubiertos junto con los elementos de vidrio se hacía notar en la mesa. Era lo único que se escuchaba en el comedor.

Una cena silenciosa.

—Estoy muy preocupada—Jennie rompió el silencio después de unos cuantos minutos.

— ¿Por qué? —Yoongi preguntó incrédulo, provocando un poco de enojo en su pareja.

La castaña arqueó su ceja derecha y con sus ojos señaló el notable asiento vacío en la mesa.

—Jin. No ha bajado. Me dijo que no tiene hambre—Jennie tuvo que seguir hablando. Pues el pelinegro no pensaba decir nada más, aún— ¿Le dijiste algo?

— ¿Ah? ¿Por qué todo es mi culpa? —Se indignó el mayor—Y no, no le dije nada. No lo regañé o algo así. Desde que volvió de la escuela está así. En todo el viaje vino callado. Lo único que ha hecho es esconderse en su habitación.

Jennie mostró una triste mueca. Era fea la sensación en su pecho. Inquietud con angustia mezclada.

—Mira que a este punto no me sorprende nada. No será la primera ni última vez que lo veamos así. Es una etapa rebelde de la adolescencia. Yo la tuve en su momento—Chasqueó su lengua, llevando el vaso de agua hacia su boca.

Jisoo comía cabizbaja. Tampoco tenía ganas de pronunciar alguna palabra. O al menos no a los dos más grandes de la casa.

Como su hermanito había dicho, Jin hasta ahora no salió de su habitación. Intentó varias veces entrar, tocando la puerta obviamente. Y nunca recibió nada a cambio, ni siquiera un simple "vete".

Era como si Jinnie no estuviese en la casa.

—Jisoo.

— ¿Ah? —Asustada levantó su cabeza, mirando a Jennie con ojitos grandes y brillosos.

—Tú... ¿Sabes si le sucedió algo a Jin en la escuela? ¿Reprobó alguna materia? ¿Alguien se metió con él? —Preguntó de manera pausada, en donde se retumbó una leve risa sin gracia por parte del pelinegro.

—Hay más probabilidades de que Jin ataque a alguien a que alguien se meta con-

—Min Yoongi—Cansada, Jennie lo interrumpió y dejó de mirarlo. Hasta estaba dispuesta a ignorarlo si era necesario— ¿Tú sabe algo, Jisoo?

La pequeña de la familia Min apretó con un poco de fuerza su cubierto y pasó saliva, calmando sus nervios. Se sentía como en un interrogatorio luego de haber cometido un feo crimen.

¿Darle besitos a Jinnie era un crimen? Tal vez por eso era un gran secreto. 

—Uh... uh. Yo no sé qué... qué pasó con Jinnie, lo siento Nini—Susurró apenada. A pesar de todo, no le gustaba mentir. Le daba una fea sensación en su corazoncito.

Pero no sabía qué tanto podía contar lo que pasó en la escuela, mucho menos si no sabía todo a profundidad.

—Bueno, está bien—Jennie se rindió. Probablemente no recibiría ninguna señal o respuesta, ni siquiera por parte del verdadero afectado—Ya terminé de cenar—Se levantó de la silla, con su plato casi vacío por completo.

Yoongi volvió a tomar agua, viendo por el rabillo del ojo como su mujer desaparecía del comedor, hasta no dejar ningún rastro de ella. Ni siquiera un suspiro o sonido.

—Puros dramas de un adolescente rebelde. Nada más—Comentó Min al aire, esperando alguna respuesta por parte de su hermana.

Pero no recibió nada. Hasta incluso pudo jurar que una mirada agotadora y enojada se posó sobre él.