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Las grandes manos de SeokJin se posaron en las rodillas de Jisoo y abrió sus piernas, dejando el paso entre medio de ellas. 

Su lengua se introdujo en todo el interior de su boca, chocando aquel arito de metal contra el paladar de la contraria. Sus extremidades superiores recorrieron todo su cuerpo, hasta la cintura de la menor, luego de quitar un molesto mechón de su rostro, pasándolo detrás de su oreja.

Probablemente todos se encuentran perdidos, como si hubiese surgido un salto temporal. Loco ¿No? Hasta incluso se vuelve chistoso el asunto. Pues, Jin se encontraba en la misma circunstancia. Perdido. Desorientado.

¿Qué?

¿Qué hora era? ¿Era de noche o de día? ¿Ya había desayunado o cenado? No sabía qué tanto debía importarle todo eso. Él solo quería seguir perdiéndose un poco más en la pelinegra.

Jisoo era la única que no compartía el mismo sentimiento, pues ella estaba feliz. Emocionada por todas las sensaciones que brotaban de su interior con sólo sentir los labios de Jinnie sobre los suyos, junto con sus grandes manos acariciando todo su cuerpecito.

Luego de que se levantó que, por cierto, ahora lo hacía antes de que Jennie la despertara, fue hacia el baño, en donde hizo sus necesidades y cepilló sus dientes.

Escuchaba ruidos abajo, por lo cual suponía que la castaña se encontraba haciendo el desayuno y su hermanito probablemente la estaba ayudando.

Así que no tuvo mejor idea que ir a despertar ella misma a Jinnie. Quería quitarle un poco de trabajo a la joven más grande y, además, no tenía ningún problema. Sabía que el mayor le dejaría el paso, como siempre hizo. Ahora más que nunca.

Pero se llevó una sorpresa cuando vio al más alto ya despierto, ordenando la ropa que Jennie había lavado la noche anterior.

Oh, eso le sacó una linda sonrisita. Seguramente si Yonnie lo viese, estaría muy orgulloso y feliz por él.

Tendría que contárselo a él, algún día.

Pero, volviendo al tema, verlo ya despierto y levantado por completo, no le impidió darle un fuerte abrazo junto con repetidos "buenos días". También agregarle uno que otro, bastantes, besitos en todo el rostro, sin dejarlo reaccionar ante todo lo que estaba pasando.

Y la verdad es que en parte sí, Jisoo no entendía cómo fue que de un segundo a otro ya se encontraba sentada sobre el escritorio del mayor, siendo besada por él desde hacía más de cinco minutos.

Tal vez decirle: 'Jinnie, dame un besito' fue el causante de todo.  Ella esperaba uno suave y cortito en sus labios, recibiendo todo lo contrario.

Oh, Jinnie a veces podía confundir las cosas...

SeokJin suspiró entre medio del beso, apretando con más fuerza la cintura de Jisoo y atrayéndola más hacia su propio cuerpo.

Siendo el momento exacto en donde su corazón dejó de latir por unos segundos cuando la puerta fue tocada tres veces.

Era un chico ágil cuando se trataba de ocultar o mentirle a Jennie o Yoongi, por lo cual de manera veloz corrió hacia el picaporte cuando éste estaba a punto de moverse.

Sabía quién era. Reconocía los pasos con una facilidad que podía llegar a producir sorpresa o miedo.

—Ah... Jin...—Jennie casi se rompe sus propios dedos, pues el menor le cerró la puerta apenas ésta pudo abrirse al menos un milímetro—Ten cuidado. Casi provocas un accidente.

Las paredes eran frágiles de vez en cuando, o más bien siempre. Pero a veces prefería ignorar aquello.

Su ancha espalda apoyada contra la puerta cerrada y su pecho moviéndose de manera bruta debido a la falta de respiración, vio a Jisoo por un momento, quien se encontraba en la misma situación con respecto a su estado, agregándole un lindo sonrojo en sus mejillas.

Dulce Inocencia [Jinsoo]Where stories live. Discover now