Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.
—Muñeca estás haciendo enojar a papi ¿buscas eso? Ahora compórtate o tendré que recordarte tu lugar —Seonghwa te dió una de esas miradas intimidantes haciéndote sentir tonta.
Estabas buscando con desesperación la atención de tu novio, pero éste estaba más concentrado en hablar con sus amigos. Te sentías un poco excluida pero sabías que sólo eran ideas erróneas tuyas pues los chicos de vez en cuando te hacían preguntas para saber cómo estabas. Sin embargo, tu juego no iba a parar allí. Te acercas cuidadosamente a tu novio hasta estar frente a él, Seonghwa te mira y entrecierra sus ojos al ver tus movimientos raros, le das una sonrisa genuina y te volteas dándole la espalda a la vez que te acomodas en su muslo, rodeándolo con sus piernas.
Los chicos se miran entre sí pero no dicen nada, pues sólo estabas sentada ahora poniéndole atención a todos. Te dejas caer en el pecho de tu novio y te "acomodas" mejor haciendo rozar tu zona íntima con la tela de sus jeans. Seonghwa se da cuenta de tus intenciones y pone sus manos en tu cadera para que te quedes quieta. Casi gimes al sentir el contacto de sus jeans tocar tu hendidura, no llevabas panties y sabías que eso implicaba algún castigo por tu dominante novio.
—Mhm, supongo que unas vacaciones vendrían bien ¿qué les parece? —Murmura el líder de ellos, todos comienzan a emocionarse y aprovechas su entusiasmo para continuar meneándote encima del muslo de Seonghwa.
Se te escapa un suspiro debido a la fricción deliciosa que se está acumulando en tu estómago. Levantas la vista y te encuentras con la mirada de Yeosang en ti, detienes tus movimientos ruborizándote de pie a cabeza.
—¿Te gusta eso, eh? Estás calentándote con mi amigo, pero que cachorrito travieso tengo —Seonghwa te murmura detrás de tu cuello, tu pecho sube y baja queriendo alguna liberación pues estabas suprimida de sexo por más de dos semanas. Otra vez. Castigo de Seonghwa por ser una malcriada.
—T-te necesito Hwa, por favor ayúdame a correrme —pides con voz temblorosa, ya no te importa ser escuchada o follada frente a los demás.
Estabas en tu burbuja que no te das cuenta cuando todos abandonan la habitación, menos Yeosang. Tu novio parece darle una especie de señal a Yeosang y el chico se acerca a ustedes emocionado. Tus enormes ojos no dejan de mirar a Hwa en busca de una respuesta ante lo que sucederá. Cierras los ojos de golpe cuando el olor de Yeosang llega a tus fosas nasales, percibiendo un tono a madera con notas frescas a cítricos. Una de su mano te acaricia la mejilla, después va descendiendo por tus pechos, viaja por tu estómago hasta llegar a tu pequeño coño.