Un nuevo Comienzo

Capítulo 1

                          CUMPLEAÑOS

05/10/2021

El ruido del despertador se hizo presente, pero mis ganas de despertarme no estaban.
Nunca voy a entender porque insisten en tener que levantarnos tan temprano, quien en su sano juicio le gusta levantarse a las ocho de la mañana.
A regañadientes me levanté me duche y me puse el uniforme que consistía en una camisa blanca mangas largas, con una pollera tableada color azul marino y unas ballerinas negras.
Si bien el orfanato no es lo mejor, pero al menos tengo una cama y un plato de comida todos los días, pero es preferible esto a estar divagando por la calle.
Termine de arreglar mi cabello, solo lo cepille y lo deje suelto.

-Niñas bajen a desayunar-

- Si señorita Laura- dijimos mis compañeras de habitación.
Laura era nuestra cuidadora y también profesora de nuestro sector.
En Nuestra habitación solo somos nueve, antes éramos diez pero adoptaron a Emilia, la única amiga que había hecho desde que llegué, ella era una chica muy hermosa como en lo personal y en lo fisico. una tes palida que contrastaba con su cabellera rubia y sus ojos verdes. Era unos 10 sentimientos más alta que yo, era de una contextura regordeta que la hacia ver como una muñeca de porcelana. Ella es una persona muy extrovertida,le encanta sociabilizar y no es para nada tímida.

- Rebecca, te estoy hablando- Apenas escuché mi nombre salí de mis pensamientos y me di cuenta que ya no había nadie en el cuarto, solo quedaba yo y la señorita Laura mirandome con un poco de enojo.

- Lo siento seño, no estaba prestando atención, que me decía-.

- No pasa nada Rebe, se ve que la cumpleañera se levantó un poco despistada hoy-

Me quedé unos segundos pensando...
¡lo había olvidado completamente!, Hoy es mi cumpleaños.Hoy cumplía catorce años.mis cumpleaños pasaban desapercibidos y este no iba hacer la excepción.
Siempre soñé con festejarlos, pero solo es eso un sueño.

- No me había acordado que hoy cumplía años. Pero gracias por acordarte- me entristecía el no haberme acordado de mi propio cumple años y también me ponía triste el no tener familia para poder compartir mi fecha especial.

- No agradezcas cariño, ven vamos a desayunar- me extendió su mano la cual agarre sin ningún problema y bajamos las escaleras para poder ir al comedor.

Al llegar me fui a sentar al sector de las niñas grandes, aunque no lo aparentaba tenía que estar en ese sector . La verdad era muy aburrido siempre hablaban de lo mismo, quien tiene el pelo más brilloso, cuál es el chico más lindo y bla bla bla, Lo que me tranquilizaba es que después de desayunar me voy a poder juntar con las niñas de 5 a 7 años, aunque suene un poco infantil me divertida jugar a la casita o a la comidita, siempre yo hacía de mamá y me encargaba de cuidar a los bebés de juguete y ellas hacian lo mismo.

Mientras pensaba, desayunaba al mismo tiempo.
El ruido de la campana me saco de mis pensamientos y me avisó que debía ir a mis clases, me estaba por levantar pero la señorita Laura me llama.

- Rebe espera un momento, te tengo una sorpresa-

- ¿Una sorpresa? ¿Para mí?- Senti que este día no estaba tan perdido, apenas escuche sorpresa empecé a dar saltitos de felicidad.

- Si peque, espérame un segundo- la señorita lau se fue y volvió con un muffin de chocolate que tenía una velita encendida en el medio .

Mis ojos empezaron a picar y unas lágrimas traicioneras empezaron a salir, era la primera vez que alguien había algo así por mi, aunque sea pequeño es un gesto, muy hermoso y significante para mí

- Ayy peque, no llores, ( limpio mis lágrimas mientras dejaba el muffin en la mesa) vamos pide un deseo-.

Me tomé unos segundos, cerré los ojos, tome un respiro y susurré.

-Quiero tener una familia que me quiera y no deje- después de eso sople la velita y abracé a la señorita Lau.
Todas las esperanzas de que me adopten se iban yendo. Cada vez crecia más y cada vez a los adoptantes les interesaba menos, pero seguía con la esperanza que algún día una familia me llevaría.

-Gracias, fue muy lindo de tu parte, pero no debi- no me deja teneminar de hablar y me interrumpio.

- Si debía Rebe, eres una pequeña muy buena- sentí mis mejillas arder y baje la mirada a mis pies.

- que te parece si te guardo el muffin para la merienda a sí vas ahora a tus clases y no pierdes más tiempo-

Fue así cuando Lau me llevo a mi clase y agradecí que el profesor se retraso unos veinte minutos y llegué justo a tiempo.

El día transcurrió tranquilo, en la merienda pude comer mi muffin, las clases siguieron, después calló la noche, cenamos y nos fuimos a dormir.

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