Capítulo 25

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Charla y sentimientos encontrados

Pov's Heros

No puede ser

No puede ser

No puede ser

Pensé que este tipo de charlas las iba a dar cuando Rebecca esté en la universidad y no en este momento, ¡Solo tiene catorce años!.

—Vamos sin rodeos,¿Que quieres con mi bebé?—

—Solo quiero conocerla más a fondo, usted me entiende señor Russell- comenta príncipe.

—No, no comprendo. Es una bebé, ella podrá tener catorce años pero dentro del mundo la estamos llevando a qué tenga ocho meses.-

— Entiendo lo que trata de explicarme y lo entiendo, le recuerdo que mi hermana está en la misma situación, solo que tiene dos años. A lo que voy es que solo quiero acompañarla y estar con ella, Sé que ella no es conciente del todo lo que es tener una relación.—

—Conciente no estás tú, que creé que le voy a dejar el camino fácil para que estés con MI hija, Hera te deja todo muy tranquilo, pero yo no, así que si quieres estar cerca de ella tendrás reglas.

Número uno: No tocarla

Número dos: Nada de besos

Número tres: no visitas

Número cuatro: aléjate de mi vista.

—Pero Señor Russell, así no podría ni convivir con ella-

—Ese es el punto querido... Ese es el punto-

—Creo que se está sobre pasando y con todo respeto le digo que este momento iba a llegar y agradezca que soy un hombre de palabra y que sí sé respetar, porque estoy seguro que otro muchacho no hubiese estado dispuesto a tener está conversación. Así que le pido que si quiere poner reglas sensatas no voy a tener problema, pero este tipo de comportamiento no vamos a llegar a ningún tipo de acuerdo.—

Me quedé en blanco. No me hubiese imaginado que se atreviera a contradecirme, pero me gustó este comportamiento, muestra que es maduro y da su punto de vista de una manera muy alta, así mostrando interés en querer llegar a un acuerdo  "sensato" como dice el.

—¿Me estás contradiciendo Principe?- pregunté de manera ruda. Quería ver cómo reaccionaba.

—Si lo quiere llamar de esa manera, entonces si, lo estoy contradiciendo— comentó de manera sería

La sonrisa de Heros apareció en su boca.

—Eres firme. Me agradas. Pero eso no quiere decir que ya tienes el permiso para estar con mi hija, hay reglas que seguir.
Primero tienes que tratarla tal como es.. una bebé, MI bebé y eso que nunca se te olvide.

Segundo, yo soy el padre y si quiero te separó de ella sin dar explicación alguna, si Hera o yo te damos alguna orden relacionado con mi hija, tu debés obedecer sin protestar.

Tercero, NADA ABSOLUTAMENTE NADA DE BESOS EN LA BOCA, ESO ESTA ESTRICTAMENTE PROHIBIDO.

Cuarto y último, si veo a mi hija mal por ti, eres hombre muerto.

Puedo ver cómo traga grueso.

—¿Estamos de acuerdo, Príncipe?- extiendo mi mano.

—Lo estamos, Señor Russell— estrecho mi mano y luego fuimos para el salón principal en busca de los padres de Príncipe y mi mujer.

—¡Heros, por aquí!- la voz de Alex el padre de Príncipe se hizo presente.
Nos acercamos a las mesas y vimos a mi hija adormilada acostada en el pecho de su madre.

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