20 Preguntas

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Tori: Juguemos a 20 preguntas.

Dijo observando la reacción de la ojiazul, que como era de esperarse ni se inmutó.

Tori: 20 preguntas.

Repitió.

Jade: Agh.

Gruñó.

Tori: Vamos, Jade, será divertido.

Jade: 20 preguntas son muchas, 20 preguntas es mucho tu, tratando de indagar y hablando y ya me dolió la cabeza solo de pensar.

Dijo mientras Tori la miraba atenta.

Jade: Necesito más de esto.

Agitó el vaso que ya estaba vacío para después servirse más cerveza.

Tori: Bien, que sean 15.

Comenzó a negociar.

Jade: ¡Agh!

Tori: Entonces 10.

Jade: ¡¡Agh!!

Tori: Jade 5 serían muy...

Jade: ¡¡¡Agh!!!

Tori: ¡Jade!

Exclamó con convicción, sería demasiado seguir bajando la oferta, no podía permitirse decir 3 o 1 pregunta, no sería tan codecendiente con la ojiazul.

Jade: Okay, Vega serán 5 preguntas, pero no más.

Le señaló con el dedo, Tori asintió.

Tori: Haré primero yo una pregunta, luego seguirás tu, y así hasta completar las 5 rondas, sino quieres contestar... Entonces tienes que beber.

Señaló la botella.

Tori: ¿Alguna...

Jade: Si, si, ya entendí, ya callate, no soy estúpida.

Tori rodó los ojos ante la rudeza de Jade, era Jade, claro, y eso era parte de su personalidad, Tori lo aceptaba pero eso no implicaba que de vez en cuando la morena deseara que la de blanca piel fuera un poco menos tosca.

Tori: Inicio.

Observó alrededor suyo pensando en cual sería una buena pregunta para poder conocer un poco de Jade, porque esa había sido la intención principal de elegir ese juego. Quería conocerla un poco más, saber si podría llegar a tener una conversación menos banal y ser más confidentes.

Tori: ¡Ya se! Haré una pregunta que tenga que ver con las celebraciones de esta época, así que... ¿Cuál es la mejor navidad que haz pasado al lado de tu familia?

Sonrió, sabia que esa seria una muy buena pregunta para la apertura de una charla menos superficial, esperó la respuesta que la ojiazul podría darle, pero eso jamás pasó, de hecho lo que pasó es que Jade bebió aquel líquido que se encontraba en su vaso para después volverlo a llenar.

Jade: Me toca.

Dijo con simplicidad ante la atónita mirada de la castaña.

La ojiazul sonrió diabólica al momento en que se le ocurrió una gran pregunta para hacer que la morena bebiera. A diferencia de Tori, Jade no tenía interés en escuchar las respuestas de la castaña, así que su estrategia era mantenerla bebiendo para aplazar lo más que fuera una conversación.

Jade: Cuéntame sobre tu primera vez en el sexo, cualquier detalle, por más vergonzoso o íntimo que sea.

Observó entonces como la morena se puso algo nerviosa y comenzó a jugar con sus dedos, la sonrisa de la ojiazul se amplió aún más, sabía que había logrado su cometido.

El juego que nos unió Donde viven las historias. Descúbrelo ahora