Otra Regla: No Hay Límites

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Mensajito de mi compañero de historia:

"Holaaaa a todos!!!!
Lamento mucho la larga ausencia...pero estuve ocupado con la Universidad y otras cosas que pasaron en mi familia.
Pido disculpas por no haber dado algún aviso.
Ademas de que deben recordar que esta historia es una colaboración.
Ahora estoy de vacaciones y aprovechando eso les trajismos otro capítulo y espero que les guste a todos!!!!"








×××








Jade Pov.

"Podrás hacerme lo que quieras"

Escuchar esas palabras salir de su boca provocó algo dentro de mi que no pude detener, era un hueco que solo podía ser llenado por ella ¿Qué era esto? ¿Porqué me desconocía estando así con ella?

Todas mis dudas se acallaron justo en el momento en que volví mi atención a esos carnosos labios y la sensación de tenerlos nuevamente comiendo los míos, sensación que me parecía increíble y que no creía que pronto se acabaría es más, tenía la sensación de que era algo hasta adictivo.

Ella pronto se dio cuenta de que mis ojos estaban clavados en esa parte de su cara así que formó una pequeña, estúpida y confíada sonrisa para después estampar sus labios en los míos.

¡O como la deseaba!

Su saliva se mezclaba con la mía y aunque antes podría pensar en que era algo asquerosamente vomitivo, ahora solo pensaba en lo mucho que me excitaba sentir su lengua explorando dentro de mí boca, la única razón por la cual su lengua dejaba mi boca era para con sus dientes estirar mi labio inferior, eso me enloquecia aun más.

Estuvimos así un buen rato, dejando que nuestros labios saciaran las ganas que tenían de ser devorados, hasta que tuvimos que separarnos para tener un poco de aire.

Ambas teniamos la mirada fija en los ojos de la otra mientras tratábamos de calmar nuestra respiración, arriba y abajo, así era como nuestros pechos trataban de capturar tanto oxígeno como fuera posible, con la única razón de soportar aún más para la siguiente ronda de besos. Mis manos por otro lado no podían mantenerse quietas, acariciaban sus muslos, ¡maldita sea! ¿Cómo podía tener una piel tan suave? Subí mis manos a sus caderas y otra vez esa sonrisa juguetona apareció en ella, que ganas tenía de estamparle mi puño solo por su maldito ego, pero obviamente no lo hice, porque justo sentí como frotaba su cuerpo contra mis piernas, sujeté sus caderas para hacer que sus movimientos fueran al ritmo e intensidad que yo quería, mi respiración nuevamente se estaba volviendo agitada y aún no nos volvíamos a besar, pero es que la deseaba tanto.

Después de algunos segundos ella fue la que atacó mi boca con mucho frenesí nuevamente, chupaba mis labios como si fueran una paleta, para después obligarme con sus movimientos a sacar mi lengua y succionarla una y otra vez provocando que gimiera.

Me tenía nuevamente en donde ella quería, en su territorio, y eso me enervó la sangre, recordé que yo era la gran Jade West, aquella que no se dejaba doblegar por nadie, aquella que no dejaba que nadie la ordenara, así que apelando a mi esencia, no dejaría que ella tuviera el control, despues de todo ya dejó en claro que esta noche yo seré quién lleve las riendas.

El juego que nos unió Where stories live. Discover now