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TREINTA Y CUATRO

~Capítulos finales~

Dedicado a: KarenMelissaAviaCiga  ElisuaSantos


—Señor Min, el joven Jimin lo está esperando en el comedor —avisó la empleada después de ingresar al despacho y dar la respectiva reverencia.

—¿Qué?

—El joven Min acabó de llegar —repitió pensando que el hecho de no haberlo llamado con el apellido Min fue lo que molestó a su jefe.

—Pero él acabó de llamar —susurró confundido, ahora sí su mente estaba hecha un completo lío, volteó a mirar a Namjoon que se encontraba en el mismo estado que él.

Sin perder más tiempo salió del despacho a toda prisa para dirigirse al comedor encontrándose con una reconocida silueta pero la persona en cuestión no era rubia ni castaña sino pelinegra, aquel chico estaba de espaldas observando el jardín desde la ventana.

—¿Cariño? —balbuceó y el contrario volteó a verlo con una enorme sonrisa.

—¡Yoongi! —expresó con evidente emoción para después lanzarse hacia él enredando sus brazos en su torso.

Pasaron en aquella posición algunos segundos aunque en realidad fueron minutos en los que Yoongi trató de entender lo que sucedía pero reaccionó al darse cuenta que la persona que lo abrazaba no olía a él, no se sentía como él, su abrazo no era como los de él, no era él.

Agarró con fuerza los brazos de aquella persona para separarlo y ver su rostro por un par de segundos en los que confirmó que no era el chico al que tanto deseaba ver y abrazar así que agarró su cuello con fuerza para estamparlo contra la mesa del comedor y dedicarle una mirada llena de odio mientras el contrario se quejaba de dolor.

—Tú nunca fuiste él, tú no eres él, tu jamás serás él —dijo ejerciendo más presión en su agarre.

—Yoongi —musitó asustado.

—¿Qué demonios haces aquí, Jay? ¿Dónde está Jimin? ¿Qué hiciste con él? —interrogó con su rostro cerca del chico.

—Jeon lo tiene —respondió con esfuerzo al no ser capaz de respirar con normalidad debido a la presión en su cuello.

—Ya lo sé, maldita rata. Tú deberías estar en su lugar —bramó el pelinegro—. Ahora dime dónde demonios lo tiene Jeon —exigió lleno de cólera.

—Conozco el lugar donde se esconde, puedo decirte dónde tiene a mi hermano.

—¿Hermano? ¿Tú sabías de su existencia?

—Sí pero jamás pensé que fuéramos gemelos —confesó con su mirada llena de temor al notar el estado de ira del hombre que creía aún lo amaba.

—Si le hace daño por tu culpa, te juro que vendré aquí y te arrancaré los ojos para dárselo de comer a los perros —amenazó agarrando su mentón con fuerza— ¿Dónde se esconde ese imbécil? —preguntó.

—Él está escondido en las afueras de la ciudad, cerca de la casa de campo a la que solíamos ir —indicó.

—Hoseok, llévalo al sótano y encárgate personalmente de que no salga. Esta maldita rata conoce muy bien toda la casa —indicó empujando su cuerpo al piso.

¿Quién eres? (YM) EDITANDO-CAP. FINALES 🔓Where stories live. Discover now