EPÍLOGO

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—¡Wen Qing!— Wei Wuxian gritó emocionado cuando la vio.

—Wei Wuxian.

Se sentó quieto mientras Wen Qing enviaba un zarcillo de su energía para verificar su núcleo dorado recién formado y naciente.

—Es más fuerte—, observó Wen Qing. —Ustedes dos lo están haciendo bien.

—¡Wen Qing!

—¿Por qué eres tan tímido? Tienes un núcleo dorado saludable dentro de ti ahora. Es un milagro, Wei Wuxian. Aprécialo. Trátalo de la mejor manera que puedas.

Ambos sabían que ella no estaba hablando del núcleo dorado en absoluto.

—Mírame, estaré volando con mi espada en un año. ¿Quieres apostar?

—No gracias. Con la velocidad con la que se está fortaleciendo, es posible que ni siquiera tome un año entero.

Lan Wangji apretó la mano de Wei Wuxian en respuesta como para recordarle cómo ha mejorado tan rápido.

Como si pudiera olvidar.

Wei Wuxian lo pellizcó en un costado.

—¿Tiene que tomar más medicación?— Preguntó Lan Wangji.

—Solo los regulares para fortalecer el núcleo. Asegúrese de que no se enferme. Ahora mismo, es muy vulnerable. Si tiene que combatir una infección, puede afectar su desarrollo.

—¡Wen Qing, vas a hacer que me encierre en una habitación y tire la llave! Casi no me deja levantarme de la cama tal como está.

—¿Es tan malo?— Lan Wangji preguntó inocentemente. Wei Wuxian lo fulminó con la mirada.

—Wei Wuxian. Esto es serio.

—Sí, lo sé. Tomar medicamentos. Entrena, pero no exageres. Comer buena comida. Duerme a tiempo. ¿Algo que me perdí?

—Cállate de vez en cuando—, gruñó Wen Qing.

—Jajaja que graciosa Wen Qing.

—Joven maestro Wei, me alegra ver que está bien—. Wen Ning dijo desde donde estaba parado cerca de la pared, como si quisiera desvanecerse en ella.

—Aiyah, Wen Ning. No, tu también.

—Mereces ser feliz—, dijo Wen Ning con seriedad, de esa manera abiertamente honesta que solo Wen Ning podía.

—Tú también.

—Estaremos bien. A-Jie dice que podemos asentarnos en el antiguo valle del Sanador y empezar a enseñar artes curativas de nuevo.

Esa fue la otra gran noticia. Lan Xichen se había recuperado. Había logrado persuadir a Nie Mingjue, y con el apoyo de Jiang Wanyin, habían logrado limpiar el nombre de la rama de Wen Qing del clan Qishan Wen. Como no eran más que curanderos y ancianos, se les permitirá vivir libremente sin temor a represalias. El líder de la secta Jin no estaba feliz. Pero el heredero de la secta Jin Zixuan había anunciado su apoyo a Wen Qing y su familia en público. Dado que Jin Zixuan era mucho más favorecido por los Jin que el líder de la secta actual, Jin Guangshan no tuvo más remedio que ceder. Incluso el bastardo Jin Guangyao había apoyado a su medio hermano y a sus hermanos jurados en lugar de a su padre. Con tres de las cuatro sectas en su contra y dos de sus propios mocosos, ¿Qué más podía hacer?

Entonces los Wen eran libres. Al contar con el apoyo de familias tan poderosas, también se ganaron automáticamente el apoyo de las sectas más pequeñas. Podrían vivir sin ser molestados por el mundo de la cultivación. Wen Qing había decidido que no quería tener nada que ver con el Mundo de Cultivo, sino que eligió centrarse en la medicina.

Eran solo unos pocos. Pero sobrevivirían. Todo lo que quedaba de la secta una vez orgullosa que dominó al sol. Esta vez, no dispararán por el sol, sino que trabajarán para curar a los que están en el suelo. Ciertamente, fue una búsqueda mucho más noble.

Jin Zixuan se casó con Jiang Yanli poco después de que los Wen dejaran Cloud Recesses. Wei Wuxian se había quejado y gemido durante toda la ceremonia. Incluso de noche, no se había callado, lo que hizo que Lan Wangji recurriera a otros medios para mantenerlo ocupado. Wei Wuxian lo disfrutó muchísimo.

Era luna llena cuando Wei Wuxian se llevó a Suibian nuevamente. Era una sensación estimulante volar solo después de tanto tiempo. No pudo seguir así por más de unas pocas horas, pero aún era más de lo que jamás pensó que fuera posible. Ahora que tenía su núcleo dorado una vez más, sabía que sería capaz de cultivarlo hasta recuperar su fuerza original. Quizás incluso más fuerte con la ayuda de Lan Wangji.

Lan Zhan.

Había seguido de cerca a Wei Wuxain, listo para atraparlo si se caía, hacerlo descansar ante el menor indicio de cansancio. Alguien que lo respalde. Con Lan Wangji, Wei Wuxian sabía que podía caer y aún estar a salvo. Lan Wangji lo atraparía. Siempre. ¡Lan Zhan era el mejor!

Después, Wei Wuxian se sentó con Lan Wangji bajo la luz de la luna, mirando su perfil en lugar de la luna, recordando cada cosa que había visto cuando se convirtieron en uno y cuánto lo amaba Lan Wangji a pesar de que rara vez usaba un lenguaje florido para expresarse. Estuvo bien, fue suficiente. Lan Wangji también lo había visto completo. Incluso las partes más oscuras y aún así no las había dejado ir, tal como prometió. Wei Wuxian nunca dejaría de sorprenderse por el firme amor y la devoción de Lan Wangji por él.

Lo había amado durante tanto tiempo. Y pensar que casi lo había destruido por una tontería... Wei Wuxian quería golpearse a sí mismo. Sin embargo, dado que era alguien que no quería detenerse en los errores del pasado, Wei Wuxian había optado por detenerse en algunos de los muchos más, digamos pensamientos "aventureros" que había visto en la mente de Lan Wangji. Los amaba incluso si lo tenían postrado en cama durante los próximos días.

Valió la pena.

La vida valió la pena.

Con un suspiro de satisfacción, Wei Wuxian se acurrucó junto al hombre con el que se casó de mala gana, pero ya no podía vivir sin él.

—Lan Zhan.

—Wei Ying.

—Estamos bien.

—Sí lo estamos.


FIN 

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ᴄᴏᴍᴏ ᴅᴇᴊᴀʀ (ᴏ ᴄᴀsɪ ʀᴏᴍᴘᴇʀ) ᴜɴ ᴍᴀᴛʀɪᴍᴏɴɪᴏ |ʷᵃⁿᵍˣⁱᵃⁿ ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora