Hay veces en las que nuestras vidas pueden ser crueles, devastadoras, tormentosas y tristes... y solo buscamos un escape de nuestra realidad, ese algo que nos haga sentir bien, como otros dirían nuestra paz en la tormenta y hay veces que ese escape...
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Es raro que la vida nos traiga personas maravillosas con las que quisiéramos pasar toda nuestra vida, sean quienes sean. Pero las personas son momentos, son efímeras, sin importar de cuántas veces prometemos estar por siempre y para siempre, prometer aquello debería ser considerado mentir, pues nadie puede cumplirlo.
Yo ya aprendí tanto en la ficción como en la realidad que las personas son rayos de luz en nuestra vida, pero cada amanecer los rayos cambian, yo me cerré a la idea de no querer otro rayo de sol, no estoy preparada para dejar ir a alguien más, no estoy lista para volver a adaptar mi vida cuando esa persona se haya ido.
Reconozco que no he conocido más personas por miedo a que se aburran de mi, a que me pidan ser alguien que no soy, a que no comprendan mis pensamientos y tarde o temprano se terminen por ir.
Mi abuela siempre dice que hoy no hay amigos solo compañeros de vida, yo sigo creyendo que es triste esa forma de pensar, no tendré un montón de amigos y no la tendré a ella, pero estoy segura que si existen los amigos, eso que son como en los libros, que se hablan sin mentiras, que hablan de sus problemas, guardan secretos, que sí cumplen sus promesas, los que te cubren la espalda, soy creyente de eso.
Una vez le pregunté a ella que opinaba de lo que dice mi abuela y concordamos que le demostraríamos que los amigos si existen y lo hicimos, nos demoramos pero lo hicimos simplemente siendo nosotras, apoyándonos la una a la otra, mi abuela ese día cambió su frase a hoy hay muy pocos amigos y muchos compañeros de vida, fue un gran cambio en mi opinión, pero luego de que ella se fue mi abuela volvió a su antigua frase, eso siempre me generó un problema fue como si ella no existió para mi abuela, como si el cambio jamás hubiera ocurrido.
Muchas cosas cambiaron cuando ella se fue, mis lecturas se sienten solitarias, ya nadie reí conmigo cuando los personajes se emborrachan o cuando el que me cae mal recibe su merecido, ya nadie entiende mis motivos para llorar por un libro, ya nadie llora conmigo, ya nadie me entiende... Ahora estoy sola.
Cada vez que pienso en ello me detengo en la misma pregunta, ¿Por qué no lo hice? ¿Por qué no me fui con ella como prometí?, quizás solo soy una cobarde, pero bueno como diría mi psicóloga Andrea no puedo vivir más de quizás, tengo que afrontar lo que hice... o más bien lo que no hice y seguir adelante.
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♥Espero que la historia y los pensamiento de Hedda les estén agradando ♥
♥ Quiero decir que esto no es una guía para que ustedes actúen o piensen como Hedda, es simplemente una historia para reflexionar un poco, para ver la mente de una persona que tiene problemas, puede que no sean los peores de la vida, pero para ella lo son♥
