Capítulo 1.

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Hacía más de un año y medio desde que el entrenamiento de Goku junto a Kami-sama y Mr. Popo empezó.

Las cosas habían progresado de forma correcta y normal, el guerrero incrementaba sus capacidades como el Dios de la tierra se lo esperaba, por lo cual este mismo se sentía bastante aliviado.

Goku ya no era aquel pequeño de 1.25 cm de antes, debido a los duros entrenamientos a los que se sometió y por su genética misma él se había estirado abruptamente, ahora medía unos 1.57 cm, se veía más esbelto y fornido, su rostro se había ganado madurez, contrario a su personalidad que seguía siendo la misma al igual que su icónico cabello en puntas.

"Fuh, hah"

El pelinegro lanzaba golpes y patadas en el borde de la Atalaya de Kami, usaba unos pantalones naranja junto a unas botas y camiseta azul la cual estaban húmedas por el sudor salido de su cuerpo.

-Hmmm -Kami-sama miraba con serenidad el entrenamiento del chico, analizando sus movimientos para ver si podría hacer alguna corrección.

-Lo esta haciendos muy bien -Mr. Popo mencionó estando parado al otro lado del Dios.

El namekiano asintió sujetando su bastón, pero de nada sintió algo que lo exaltó.

-¿Qué es esta alteración? -preguntó el Dios girándose a ver a todas direcciones con una gota de sudor en su frente.

-¿Huh? -Goku se giró a ver a su verde maestro al percatarse de su molestia, pero rápidamente su expresión pasó a ser una similar a la del Dios.

El joven saiyajin miró el cielo con seriedad y nervios, aquella sensación era como un tumulto de oscuridad y maldad sin fin, basto, como si de un mundo entero se tratara.

"Tu mundo se ve tranquilo y pacífico, aún así parece tener sus propios problemas, problemas muy serios"

Una voz cuyo tono denotaba diversión, burla y desprecio sonó desde el punto donde Goku miraba.

Un remolino de oscuridad se formaba lentamente pudiéndose notar en el centro un ojo carmesí que miraba con diversión, pero a la vez con odio a nameku.

-¡¿Quién eres?! -preguntó Kami-sama con seriedad viendo como un aura negra salía del aquel agujero, como si estuviera contaminando el ambiente entero.

-Eso es... maldad pura -Goku tragó seco al sentir toda esa acumulación de oscuridad, pero aún con su expresión de nervios una sonrisa adornó su rostro- ¿Acaso quieres pelear? -preguntó mientras se posicionaba en el estilo tortuga.

-¡Jajajajaja! Mocoso engreído, he observado todas tus hazañas desde este lugar tan aburrido, y he tenido algo de diversión debo admitir -habló nuevamente aquella gruesa voz y además de él unas cuantas risas resonaban de fondo, como si allí hubieran más entidades.

-¿Lo has observado? ¿quién eres? ¿cuál es tu nombre? ¡dilo! -Kami-sama interrumpió molesto, otro ser había clavado su interés en Goku y no parecía tener buenos planes para su discípulo.

-¿Por qué tal exaltado Dios? -preguntó la voz mientras aquel remolino en el cielo incrementaba un poco más mientras unos rayos oscuros comenzaban a salir de ella- No tengo tiempo para tus preguntas, solo estoy en busca de algo diversión y destrucción, pero esa diversión que planeo para ese mundo no se dará con Son Goku allí -respondió y de la nada Goku pudo sentir como algo detrás de él comenzaba a formarse- Beelzebub -susurró el ser.

-¡Heh! ¿Qué es esto? -Goku se preguntó confundido sintiendo como su cuerpo era rápidamente disuelto en círculos.

-¡Goku sal de ahí rápido! -exclamó el Dios de la tierra con nervios.

El Saiyajin del TrébolWhere stories live. Discover now