Capítulo 16: Inseguridades

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¿Alguna vez han sentido que la vida corre muy deprisa y no saben cómo parar a tomar un respiro? ¿Han deseado retroceder el tiempo y empezar de nuevo para hacer las cosas de una mejor manera?

Pues déjenme decirles que Chaeyoung no era de ese tipo de pensamientos, ella era una persona que gozaba de los momentos que la vida le ofrecía, disfrutaba cada detalle y veía las cosas de manera única. Conocer personas, explorar lugares, aprender cosas nuevas, eso y la pintura eran lo que por muchos años llenaron su vida.

Su padre le había enseñado a disfrutar cada día y estaba agradecida por ello.

Pero como pocas veces le pasaba, últimamente a su mente venían pensamientos que no la dejaban tranquila, quizás era debido a los últimos acontecimientos vividos. La enfermedad y muerte de su padre, el cual había sido un golpe muy duro para ella, comprendía que todos algún día no volveríamos a abrir los ojos y que nuestra esencia se iría a un lugar desconocido, pero si era sincera era algo que aún le costaba asimilar y del cual no quería pensar tanto.

Haber terminado su relación con una persona que pensó realmente conocía y con quien había imaginado una vida a futuro tampoco había sido fácil de sobrellevar. Aunque reconocía que su relación ya estaba rota desde mucho antes, le hubiera gustado terminar todo de una mejor manera.
No sabía si había hecho lo correcto al dejar todo atrás de la forma en que lo hizo pero tampoco se arrepentía de aquello, pues nunca hubiera hecho ese viaje y quizás no se hubiera encontrado a la chica de sus sueños. Chaeyoung había visto en Mina ese rayo de esperanza que sentía había perdido y sabía que cosas buenas vendrían a su vida después de eso, Mina se había vuelto la fuente de motivación de su día a día.

No era una exageración al decir que pensaba en ella todo el tiempo, ¿ya habrá comido? ¿Le llamaría más tarde? ¿Le gustarán las nuevas obras que estará creando? ¿Pensará en ella durante el día? ¿Cuando la volvería a ver? Su mente era una máquina de preguntas que giraban en torno a la castaña y su corazón era el motor que lo hacía trabajar.

Quizás aún no asimilaba la magnitud pero estaba completamente enamorada de Myoui Mina y no había día que no deseara tenerla entre sus brazos, escuchando su voz y perdiéndo la mirada en ese hermoso y perfecto rostro.

Pero habían ocasiones en que su mente terminaba divagando en preguntas ajenas a sus sentimientos, pensamientos que la hacían bajar de esa nube de enamoramiento juvenil que creía ya no volvería a sentir en su vida adulta. ¿Todo estaba fluyendo bien en su vida ahora? ¿había hecho las cosas correctamente? Y lo principal ¿Mina estaba cómoda con ella a su lado? Preguntas de las cuales había cierto temor de responder, especialmente en la última.

—Hey Tigre, ¿en qué tanto piensas?—la voz de Sana la sacó de sus pensamientos—¿no me digas que mi llamada con Momo te traumó?

Chaeyoung rio ligeramente mientras veía a Sana tomar asiento de nuevo

—solo diré que, agradezco que hubieras terminado de hablar con Momo en la cocina

—Sólo por esta vez me apiadé de ti—bromeó guardando su teléfono—pero no ignores mi pregunta, ¿todo bien? Te noto muy pensativa ¿O a caso estás planeando tu venganza por la broma de hace rato?—Chaeyoung entrecerró los ojos con una sonrisa divertida

—de todos modos si lo estuviera planenando no te lo diría. ¿Estás nerviosa por tu boda?—cambió el tema para tranquilizar sus pensamientos

—Bueno—suspiró—Confío en que Momo sabrá hacer buenas reservaciones, ya casi siete meses después de que me haya pedido matrimonio hace que tengamos todo planeado

—vaya, ¿siete meses?, suena largo

—y lo ha sido, con Momo todo se siente tan natural y ha sido un tiempo maravilloso—sonrió—Quiero decir, al principio la fecha de la boda era para cuatro meses después del compromiso...

EL VIAJE (MICHAENG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora