Capítulo 3

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Los guerreros me tenían atada las muñecas, además estaban atentos a algún intento de fugarme, tal como guardaespaldas que cuidan a su jefa

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Los guerreros me tenían atada las muñecas, además estaban atentos a algún intento de fugarme, tal como guardaespaldas que cuidan a su jefa. Una pequeña sonrisa se dibujo en mi rostro, era chistoso si uno se lo imagina en cierta forma.
Al estar frente a la entrada de la aldea quedé impresionada, ya que estaba encerrada con empalizadas que estaban construidas con postes plantados en el suelo, tenían 12 pies de altura. Había varios integrantes de la tribu custodiando a los alrededores.
Al entrar había un aire acogedor y familiar, aún estando al aire libre, se podía ver qué todos estaban con sus familias. Algunas mujeres estaban moliendo maíz, otras confeccionando sus ropas, los niños jugaban alegres y los mayores estaban preocupados, en sus miradas se les dibujo el miedo apenas me vieron; más adelante estaba un grupo de soldados de gran número hablaban de cómo vigilar a los pálidos visitantes.
Me sentía incómoda, todos dirigieron su atención en el momento en que el guerrero que me llevaba llamó al jefe. El jefe Powhatan me miraba curioso y el chamán igual. "Esto se pondrá raro"

- Jefe Powhatan, encontramos a esta pálida con un niño de nuestra tribu -

El jefe me miró enojado y se acercó a mi - ¿Porque estaba cerca de uno de los nuestros? - Antes de que yo pudiera decirle algo, el futuro esposo de Nakoma respondió.

- Encontramos a la mujer pálida tratando de conquistar al pequeño Tacoum para hacerlo su esclavo - El jefe Powhatan frunció el seño y yo el mío, rompí el contacto visual que tenía con él y gire bruscamente hasta mirar al insolente que me trató de secuestradora.
Aunque sabía que debía mantener la calma, mi madre siempre me remarcó que la calma no era uno de mis atributos, y siempre me advertía que algún día tendría problemas por ello, aunque fue muy tarde para recordar las palabras de mi madre.

- ¡Disculpa! ¿Que iba a hacer que? - el guerrero me miró con soberbia, estaba por decirme algo, pero estaba vez yo le corté el diálogo - El niño estaba recolectando fruta para vaya saber que, entonces mal piso una rama y se cayo - gire mi mirada para ver de frente al jefe, respire profundo así podría tener un tono de voz más alto y ser escuchada por todos - Lo único que me atreví hacer fue sanarle y evitarle algún daño mayor, aún sabiendo que me consideran diferente a ustedes. No me criaron para dar o hacer daño a otros, así que no te atrevas a juzgarme cuando solo quise brindar mi ayuda. - Los murmullos que estaban anteriormente ahora eran reemplazados por el silencio. Todos miraban expectantes a saber cuál sería la respuesta del jefe Powhatan.

Pero tal parece que el soldado no se iba a rendir en dejarme mal parada - Eso es mentira, te ví poniéndole algo como la sangre, estoy seguro que es magia negra -

- De dónde yo vengo se llama medicina, es una área que se encarna de sanar a los demás de herida o enfermedades - sorpresa y curiosidad había en miradas, asi como también miedo a lo nuevo. El atado me estaba doliendo así que intentaba soltarme, pero los dos soldados me agarraron de cada lado, mientras que el pequeño Tacoum estaba a mis espaldas. Luego dió unos pasos para estar delante de mí y habló en dirección al jefe.

- Jefe Powhatan, ella no es mala. Solo me curo cuando me caí e incluso sentí el cariño de una madre. -

La mirada del jefe Powhatan se suavizo y acaricio la cabeza de Tacoum - Veo que ella no hizo nada malo, pero aún así debemos hacerle preguntas para saber sus intenciones - el pequeño asintió y se dió vuelta para mirarme con una sonrisa - ¿Tú y tu gente con que intenciones vinieron a nuestras tierras? -

Suspire, tenía un debate interno de si contar todo o cantar a medias, sabía que si decía todo, esté mundo cambiaría. Pero si daba una pequeña parte de información no creo que el cambio se muy grande. Con la decisión tomada, les iba a contar con que intenciones vinieron aquí, pero no estaba segura si los de la tripulación podrían entablar algún dialogó pasivo estando Ratcliffe.

Lo mire directamente a los ojos, sabía que el estaba preocupado por su gente y tenía un gran deber como jefe - Señor jefe Powhatan, vine oculta en la tripulación.- su mirada demostraba que estaba sorprendido y desconfiado - porque sospechaba que si me mostraba ante tantos hombres sabrá Dios cuál hubiera sido mi destino, este miedo se debe a que de dónde yo vengo las mujeres no tenemos los mismo derechos que los hombres. Algunas son madres, otras criadas y en caso de ser de alta familia nos obligan a casarnos e incluso algunos hijos varones son obligados.
Además una voz de confianza me confirmó mis sospechas así que sin pensarlo dos veces, me escondí en un barril apenas escuché que estábamos en tierra y luego escape hacia el bosque, ahí fue que me encontré con Tacoum, y bueno el resto ya lo sabe - El chamán estaba sorprendido e interesado, pero había otra emoción que no podía describir con exactitud. No podía decirles la verdad, pero en parte era una verdad histórica que confesé. Esto daría la oportunidad de que ellos supieran detalles, aunque en parte me sentía aliviada de que me crean y no me matarán.

- No te preocupes mi buen amigo, algo me dice que esta muchacha no tiene malas intenciones - no podía escuchar que decía por lo bajo, pero la mirada del chamán era como si yo fuera tan transparente ante él - es normal que dudas y quieras saber, pregúntale todo lo que desees en la casa. Tanto Kocoum como yo no te dejaremos solo en tus preguntas, no dudo de tu destrezas pero también estoy curioso por escuchar que hay del otro lado. -

- Gracias mi buen amigo - luego el jefe miro a toda su gente y procedió a decir: pueblo, eh decidido dialogar con esta mujer y saber más de los pálidos, mientras un grupo irá a vigilar sus avances en esta tierra; ustedes liberenla... - sentir mis muñecas liberadas era un gran alivio, me frote un poco para que así la sangre circulará mejor.

- ¡Jefe Powhatan! - se exclama en voz alta, el apenas escucha mi piel se erizo, no sé si era por la seriedad o porque al mirarlo sus ojos negros eran cuál bestia que protege los suyos, era como si fuera un oso en alerta - y si viene a tratar de buscar nuestras debilidades, para que esos pálidos nos destruyan - Kocoum me miraba con desconfianza y rabia. Seguramente por la profecía del Chamán que hizo tiempos antes.

- Es que no me hice escuchar! - fijo su mirada en mi y tuve que encontrar fuerzas para poder responder sin evitar su mirada - no tengo intenciones de volver con ellos y tampoco quiero ayudarlos, me escape por miedo, pero si llegaras a ver algo dubitativo de mí - mire sus ojos y puse una postura recta - ¡mátame! - El bullicio que antes había ahora era un silencio total, solo se escuchaba en eco de los pájaros y el viento soplar.

- Ten por seguro que eso haré - acto se estaba por ir con el grupo que iba a vigilar pero sus pasos no fueron muchos ya que el jefe le llamo.

- Kocoum ven conmigo, estarás presente junto al chamán - el jefe me extiende su mano y la posiciona sobre mi hombre para así guiarme dentro de su hogar.

La intrusa de la película Where stories live. Discover now