Tarea del Demonio

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Tarea del Demonio

"¿Una amenaza?" Susurró divertido mientras de su mano salía un fuego oscuro y hacía desaparecer la carta recién leída. "Piensan que por hacer un pacto con un demonio de alto rango les daré tesoros"

"¿Que piensa hacer?" Preguntó Diablo a su lado.

"¿Acaso no me conoces?. Obviamente eliminare todo su patetico reino" Respondió el señor demonio con una sonrisa.

"¿Está seguro de que Shizue-sama no se molestará?" Otra pregunta del demonio.

"¿De que hablas?¿Porque yo sería el responsable de que las personas de la realeza mueran por una rebelión?"

"Entiendo" Diablo sonrió. "¿Puedo tomarme mi tiempo?"

"El que sea necesario, no dejes ni una pizca de vida en ellos, destruye sus almas para que no puedan tener una próxima vida"

Diablo hizo una reverencia y desapareció de la oficina, esos humanos pagarían por ir en contra de su señor.

El primordial hizo presencia en el castillo de la familia real. Con un simple movimiento de sus dedos un grupo de demonios de alto rango aparecieron junto a el.

"Diviertanse como gusten, pero les advierto, si dejan una sola alma yo mismo me ocupare de ustedes"

Los demonios asintieron con temor ante las palabras de Diablo y se pusieron en marcha, aprovecharían esta oportunidad para divertirse.

Por su lado Diablo subió las escaleras a paso lento, chocando miradas con el demonio que había decidido ir en contra de su señor.

El demonio destruyó su propio nucleo, eso era mejor que ser asesinado por el primordial negro.

Diablo ignoró esa escena y se encaminó a la habitación del rey, al mismo tiempo se escuchaban gritos y llantos por todo el castillo.

"¡E-Eres tú!" Gritó el rey temblando de miedo al ver a Diablo. "¡Po-Podemos a-arreglarlo!"

Diablo sonrió ante la desesperación del rey, pero no sería el quien se divertiria con ese patético humano, no mancharia sus manos en alguien tan insignificante.

"¡Muereee!"

La reina, que parecía tener mas huevos que el rey se lanzó a Diablo con una espada en mano.

Lamentablemente para ella la diferencia de fuerza era muy descomunal, no pudo ni reaccionar cuando Diablo la sujetó del cuello y con una sonrisa le arrancó la cabeza.

"¡Hiii!" Gritó el rey cuando Diablo dirigió su mirada devuelta a el, se había orinado. "¡Pe-Perdóname por favor!"

Las suplicas del rey eran inutiles, nada podía ablandar el corazón de Diablo. Un demonio de alrededor de 3 metros caminó hacia el hombre que moría de miedo.

"Sabes, este tipo es un poco anormal" Comentó Diablo con una sonrisa divertida. "A el no le gustan las mujeres, prefiere divertirse con hombres"

Una sonrisa macabra apareció en el rostro de Diablo, no iba a matar al rey hasta que el mismo se lo suplicara. Pero antes de eso iba a humillarlo, torturarlo y hacerlo desear no haber existido.

Fin del Capítulo 8

Hello.

Este capítulo era necesario, si, quería deshacerme de esos tipos. Ademas no está mal ver un poco de Diablo.

Y si no entienden que le pasó al rey, pues ese demonio de 3 metros le dio por donde no le daba el sol.

Mi Vida con un Señor Demonio [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora