Farmus

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El sol salió y un nuevo día comenzó. Rimuru se encontraba acostado junto a Shizue, estaba profundamente dormida y no parecía que fuera a despertar pronto.

Por lo tanto él se levantó y vistió para salir, no sin antes besar la frente de Shizue. Rimuru se encontraba de buen humor tras lo sucedido con su esposa durante la noche, era un gran paso para ambos.

Se dirigió directamente al portal donde sus subordinados estaban esperando.

"Rimuru-Sama, ¿No vendrá Shizue-Sama?" Preguntó Kumara al no ver a la pelinegra

"Shizue se encuentra descansando, así que solo seremos nosotros" Respondió sonriendo. "Bien, en marcha"

Para el medio día ya había negociado con Sarion, Ingrassia y Blumund. Cabe resaltar que no le fue necesario usar la fuerza ni el miedo para conseguir un trato favorable.

Ahora solo restaba Farmus pero antes de ir a ese reino regresó por Shizue, la cual apenas había despertado.

Cuando Shizue vio a Rimuru ingresar en la habitación se escondió debajo de las mantas, estaba demasiado avergonzada para mirarlo a la cara, y como no estarlo, se desmayó al final del acto.

"Buenos días mi reina" Rimuru se sentó a su lado. "¿Cómo te sientes?¿Te duele algo?"

"N-No...estoy..bien" Respondió cubierta por las mantas. "¿Qué..sucede?"

"Vine para ver si querías acompañarme a Farmus, ya me he encargado de negociar con los demás reinos"

"Ya veo...quiero ir" Sacó la cabeza para mirar a Rimuru. "¿Puedes...salir?..quiero tomar un baño...y vestirme"

"Claro, te esperaré en la sala"

Tras una rápida ducha Shizue se vistió y fue hacia la sala donde Rimuru la esperaba. El peliceleste le sonrió al verla y ella solo pudo sonrojarse, los recuerdos de la noche anterior regresaban a su mente.

"¿Sucede algo malo?" Rimuru se acercó a Shizue preocupado.

"Estoy..bien" Apartó la mirada. "Solo...con vergüenza"

"Qué linda" Entrelazó su mano con la de Shizue. "Yo estoy feliz"

"¡Yo también!" Se apresuró a decir Shizue para que Rimuru no pensara que estaba disgustada. "Soy feliz"

Hubo un silencio durante unos segundos donde sus miradas se cruzaron, y acercándose lentamente se formó un lento y suave beso.

"Vamos" Dijo Rimuru para comenzar a caminar con Shizue de la mano.

"Sí" Shizue tenía un pequeño sonrojo y una gran sonrisa en su rostro.

Tras caminar unos minutos hasta llegar al portal donde estaban los subordinados llegaron a las afueras de Farmus. Allí se subieron a un carruaje preparado anteriormente por uno de los sirvientes de Diablo.

Casi 30 minutos después llegaron al palacio de Farmus, donde fueron vistos con miradas de desprecio por los nobles antes de iniciar la reunión.

Rimuru se encontraba de buen humor y lo dejó pasar, fue a la gran mesa donde se realizaría la negociación y se sentó en un trono a uno los extremos. Cómo era de costumbre Shizue se sentó sobre sus piernas a esperar que llegara el rey.

El rey Edmaris hizo presencia 15 minutos después, una total falta de respeto ante los Señores Demonios.

"Parece que olvidaron su lugar" Susurró Rimuru, su humor ya no era tan bueno.

"Es un placer verlo Señor Demonio Rimuru" Dijo el rey sentándose en su trono, sin siquiera dar una reverencia.

"Um, comencemos con esto" Respondió Rimuru.

Las pláticas entre ellos comenzaron, el rey de Farmus solo quería obtener todo el beneficio para el de forma descarada.
Además de eso los nobles no dejaban de entrometerse en la conversación, poniendo de malhumor a Shizue.

"Oigan, cierren la boca cuando Rimuru habla" Soltó la pelinegra.

"¿Quién te crees que eres?" Preguntó uno de los nobles. "No debes ser más que una zorra de Rimuru"

"Es Rimuru-Sama para ustedes" Respondió enfadada. "Y yo no soy ninguna zorra, soy su esposa"

Antes de que Shizue terminara de hablar la cabeza del noble que se atrevió a llamarla zorra se encontraba en la mano de Diablo. Un chorro de sangre empapó toda la mesa y el cadáver cayó sobre la misma.

Algunos nobles comenzaron a vomitar y otros ni siquiera podían moverse del miedo, habían forzado su suerte.

"Hablar a las espaldas de los Señores Demonio Rimuru y Shizue, no arrodillarse ante su presencia, insultar a la esposa de Rimuru-Sama y sentarse en un trono en presencia de Rimuru-Sama" Anunció Diablo. "Esos son los crímenes por los que serán juzgados"

"Se-Señor Rimuru, no sabíamos...que era su esposa" Dijo el rey de Farmus.

"¿Eso importa?" Rimuru sonrió. "Ya lo han hecho, nada va a cambiar"

"¡Ayúdenme!" Gritó uno de los nobles mientras era consumido en una gran llama negra formada por Rimuru.

El hombre gritó hasta convertirse en polvo, quemado hasta las cenizas.

"Me pregunto cuantos deben morir para que aprendan la lección" Dijo divertido Rimuru.

Diablo y Kumara comenzaron a matar de uno en uno a los nobles, eliminando la mitad en menos de un minuto.

"Rimuru..¿No fue suficiente?" Preguntó Shizue. "Ellos ya están aterrados"

"Si es lo que tú dices" Ordenó a sus subordinados que se detengan. "Ustedes construirán las vías para el tren mágico, les pondremos impuestos y no podrán utilizarlo, Edmaris, ¿Aceptas?"

"¡S-SÍ!¡Acepto todo lo que Rimuru-Sama desee!" Contestó de inmediato.

"Bien, es hora de irnos"

Los viajes de negocios a otro reinos terminaron y ahora regresarían a Tempest. Allí un dragón está esperando por la llegada de Shizue, sin saber que pronto sería liberado.

Fin del Capítulo 15

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Mi Vida con un Señor Demonio [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora