Un suspiro cansado salio inevitablemente de los labios del azabache, sin mala intención, Takemichi solo desea que la jornada de ese día acabase rápido para poder irse tranquilamente a su casa.
La preocupación de qué comería ese día podría dejarla para después.
— ¿Tengo otra opción?
— No lo sé, tú dime
— ¿Sucedió algo?
— ......
— ¿Mikey-kun?
— ¡Joder Mikey! ¡El aceite se echa antes de calentar la sartén! ¡No al revés!
— Pensé que si, ¿No es lo mismo, Ken-chin?
— ¡No es lo mismo! Además, ¿Qué haces en la cocina? La última vez casi explotas la casa, sal de ahí.
— .....
Los sonidos extraños provenientes del otro lado de la vía telefónica ocasionada una confusión latente en Takemichi, sin saber si debería de cortar la llamada o esperar respuesta.
— Perdona la demora, ¿En qué estábamos~?
— ¿Y eso qué fue?
— Intento aprender a cocinar mientras hablamos
— ¿Esta bien...?
— ¡Mikey! ¡Idiota, el fuego!
— Oh no.
— Cariño, debo irme. ¿Hablamos después?
— Eh, claro, ¿cuídate?
— ¡Awww! Neh, sabia que querrías hablar después~
— Mikey-kun, el fuego.
— Ah si, ¡Adiós!
Llamada finalizada.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.