Epilogo

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La noticia no tardó en llegar a todos los integrantes de la liga de la justicia, poco tiempo después todos nos estaban felicitando a lo grande.

Unos meses después mientras me encontraba lavando los platos cuando escuche un ruido en el pasillo que da a la escalera.

- Wally, ya estás en casa? - Grite pero no recibí ninguna respuesta, miré el reloj y eran las cuatro y media por lo tanto era imposible que Wally llegara a menos que algo allá ocurrido. - Wally? - Me acerque a la puerta de la cocina para ver mejor.

- Soy yo Elizabeth... - Bart apareció con su superpoder por las escaleras para terminar dentro de la cocina, tuve que darme la vuelta para mirarlo.

- Bart por dios no me des esos sustos - Puse una mano sobre mi pecho para tratar de calmarme.

- Lo lamento, estas bien? Necesitas agua? Quieres sentarte? - Apenas podía procesar sus palabras.

- Estoy bien - Lo tome de los hombros para que se tranquilizara, necesitaba que dejara de moverse - Que era lo que tanto hacías?

- No mucho - Me miro con una sonrisa inocente, la sonrisa que ponía cada vez que no quería que me enterara de algo.

- Entonces no pasa nada si voy a revisar verdad? - Trate de caminar hacia su habitación pero él me detuvo.

- Espera! Está bien... - Miro hacia abajo para luego largar todo lo que no quería decir - Solo estaba empacando todo, claro que cuando llegue él bebe van a necesitar una habitación extra y no quiero estorbarles ni nada de eso entonces decidí irme a vivir con el resto de los chicos en la habitación que nos proporcionó la liga - Tarde unos minutos en procesarlo, no estaba segura que le había dado esa impresión pero claramente yo no quería que se fuera.

- Bart, no tienes que irte - El me miró con esos ojos tan parecidos a los de Wally que no pude evitar suplicar por qué nuestro bebé también los tuviera.

Le sonreí y lo detuve cuando quiso replicar.

- Ven - Lo lleve por las escaleras esquivando algunas cajas y sosteniendo la baranda por las dudas.

Mi gran pansa de ocho meses sí que me impedía hacer muchas cosas.

Bart me ayudó a terminar de subir y luego lo guíe hasta el último cuarto del pasillo.

- Necesitas algo del estudio? - Me preguntó cuando estábamos frente a la puerta de lo que solía ser un estudio en donde Wally traía parte de su trabajo a casa.

Yo negué y abrí la puerta para que él lo viera.

- Wow - Ambos nos metemos en la habitación, las paredes que antes eran blancas ahora estaban pintadas de verde muy claro.

En el centro de la habitación había una cuna con mantas también de un color verde. En la esquina derecha teníamos un pequeño mueble en donde guardamos cosas del bebé y a su lado una pequeña mesa de luz con algunos cuentos que Amelia me había regalado sin pensar que aún faltaban varios años para que su nieto los entendiera.

- Cuando hiciste todo esto? - Bart parecía asombrado, yo lo mire con diversión.

- Pasas mucho tiempo en misiones o con los chicos, Wally, algunas personas más y yo estuvimos acomodando todo ya que falta poco para que el pequeño nazca.

- Eso significa...

- Significa que no debes irte Bart, me gustaría que te quedes. Es más, queremos que te quedes. - Bart bajo la cabeza y pensé que quizás le había sentado mal nuestra decisión. - Bart? - Puse mi mano bajo su mentón y subí su cabeza para verlo.

Lágrimas mojaban su cara y continuaban acumulándose en sus ojos.

- Bart? Dije algo malo? No tienes que quedarte si no quieres.

- Yo... - Se lanzo a abrazarme y siguió llorando en mis brazos por un tiempo - Gracias, gracias - Su llanto fue parando de a poco pero aun seguía allí por lo que se me dificulto un poco entenderle - En serio significa mucho para mí.

Seguimos charlando por un tiempo y le ayude a dejar sus cajas nuevamente en su cuarto, claro que yo solo llevaba las más livianas por mi condición.

- Entonces ya tienen el nombre? - Pregunto mientras bajábamos las escaleras, ya habíamos terminado con las ultimas cajas y Bat decidido ayudarme con la cocina.

- Quizás... - Quise hacerme la misteriosa

- Oh vamos! No me lo dirás? - No pude contestarle porque justo cuando llegamos a la cocina sentí como algo escurría por mis piernas.

- Bart... - Él se volteo a verme y puso cara de horro cuando vi el miedo reflejado en mi cara. Antes de decir una sola palabra escuchamos el ruido de la puerta.

- Lizzy! Ya estoy en casa! - Era Wally, una contracción se hizo presente y gemí de dolor.

- Wally!!! - Bart le grito.

Y así fue como William Thomas West y Matthew Jonathan West vinieron al mundo, con muchos gritos y mucha gente a su alrededor.

Por suerte aunque fueron un mes prematuros todo salió perfecto y somos una gran y alocada familia.

Espero que todo sigua de ese modo, con algunas misiones de por medio por supuesto...

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Probablemente no haga una segunda temporada pero si la hago voy a seguila en este mismo libro.

Saludos y no olviden votar!

- Celezz

Mundo DC - Wally WestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora