Fuiste tú [Pausado]

⫷ 2 ⫸Sus nombres

11 de diciembre del 2019

—¿Entonces qué sucedió luego? —pregunta el psicólogo.

—Nada, después de esa presentación incómoda, volví junto a mi abuelo a casa —digo y llegan todos los recuerdos a mí.

2 de enero del 2019

Hace once meses...

Mi abuelo entró y se dispuso a darle agua a Lola. Mientras, yo subí a mi habitación.

Por alguna razón, me parecieron tan extraños esos hermanos Hardwick. De hecho, ni siquiera se presentaron con sus nombres. Esperaba no tener que cruzarme con ellos en la escuela, ya que no necesitaba niñeros, mucho menos tres chicos, los cuales eran unos maleducados. No es como si quisiera saber sus nombres, pero la educación siempre va primero.

Moví mi cabeza para sacarlos de ella y subí hasta mi habitación, donde me dispuse a alistar todo para el día de mañana.

En eso llegó la noche, por lo que decidí bajar a comer algo rápido para poder dormirme temprano, ya que a partir de mañana tenía que levantarme a las seis de la mañana. Pero antes revisé mi celular.

Keila:«Haz amigos».

No tengo muchas esperanzas, la verdad.

Nick:«No te enamores del chico misterioso al que le gusta leer».

Su mensaje me hizo reír, porque técnicamente así fue lo que me pasó con él. Nick nunca había tenido muchos amigos, como yo, y siempre andaba sumergido en libros. Yo soy más de series y películas, pero por ahora me leo aunque sea un libro al mes.

Luego de contestarles a ambos, me acomodé en mi cama y no pasó mucho tiempo para quedarme dormida.

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Mi abuelo me llevó a la escuela. Le dije que no tenía problema de venir en el bus, para que él no tuviera que levantarse tan temprano, pero me dijo que por lo menos se lo permitiera hoy, ya que era mi primer día. Así que no tuve más opciones que aceptar.

Luego de escuchar el típico discurso de «te irá bien, solo sé tú misma», solo sonreí y me bajé del auto. Sabía a la perfección que era una mentira, las personas no tienden a aceptarte como eres, solo quieren que seas la versión que a ellos más les favorezca.

Soy consciente de que siempre habrá alguien que esté juzgando, por eso prefiero ser invisible ante los demás y no llamar la atención. Si no saben que existes, no te juzgarán. Era el papel que desarrollaba en mi antigua escuela y también el que quería implementar en esta.

Llegué a la oficina donde se supone que me darían mi horario y que alguien me llevaría en un pequeño tour por toda la escuela, de modo que pueda aprender a moverme por la institución. Sin embargo, una de las secretarías solo me entregó el horario y un pequeño mapa de la escuela. ¿Pensaron que con eso sería suficiente para saber cómo llegar a mis clases? Pues no, esta escuela era enorme.