⫷ 7 ⫸ Amigos.

6.2K 519 179
                                    

—Espero que termine como la última vez —expresó Ezra con una sonrisa de insuficiencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Espero que termine como la última vez —expresó Ezra con una sonrisa de insuficiencia.

Escuché a Eider gruñir y en un parpadeo, este se abalanzó sobre su hermano menor. 

Pero ¿Qué mierda?

Ambos cayeron al suelo, Eider estaba encima de él golpeándolo con fuerza, pero rápidamente, Ezra se colocó encima de él. Ambos se pegaban salvajemente, mientras cada uno se defendía de los golpes del otro, yo me quedé paralizada al ver lo que estaba pasando, es que me parecía irreal.

Vi como Ebez intentaba separarlos, hasta que lo consiguió, tomó a Ezra por los hombros y lo pegó de la pared, poniendo su mano en su pecho.

Eider se levantó rápidamente del suelo, en sus ojos no había ni un rastro del color miel que lo caracterizaban, sabía que sus intenciones era llegar hasta donde Ezra para continuar golpeándolo.

Mis pies se movieron rápido, me coloqué delante de él, interponiéndome en su camino.

—Eider, basta —grité.

Mis palabras hicieron que su rostro se relajara, sus ojos se posaran en mi, podía ver la oscuridad en ellos, lo que hacía que mi curiosidad aumentara, no sabía de qué historia hablaba Ezra, solo sabía que era algo importante para Eider, si tan solo mencionar eso, este reaccionó de esta manera.

—¿Qué les pasa a ambos?—espetó Ebez.

—Solo quería demostrarte que no es tan perfecto como dice ser—La voz burlona de Ezra se hizo presente.

 Sé que se dirigía a mi.

—Voy a matarte—escupe Eider.

—Inténtalo—dijo de inmediato Ezra.

Eider intenta quitarme de su paso, pero no lo permito. Como puedo le prohíbo acercarse a sus hermanos.

—Silencio, ambos—gritó Ebez.

Me fijé en el rostro de Ebez solo unos segundos y noté ¿preocupación? y ¿miedo? Es como si con su mirada dijera que esta pelea significaba más que una simple liberación de testosterona y adrenalina.

—Necesitan ir a la enfermería—indica el mayor de estos tres.

Lo que me hace notar la sangre en el rostro del chico que sostenía, sé que muy pronto su rostro se inflamará y aparecerán los moretones.

—No necesito nada, golpea como niña—ladró Ezra.

—Díselo a tu rostro—expresa Eider.

—Silencio —La voz potente de Ebez inundó el salón, haciendo que ambos se callaran—Tú te sientas, para poder curarte.

Veo las intenciones de hablar de Ezra, pero es interrumpido por Ebez.

—No me hagas repetirlo, Ezra.

Fuiste tú [Pausado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora