17. Los Domingos Son Para Besarse

5.3K 238 91
                                    

Domingo 7 de noviembre de 2021

Una semana después

Acabamos de llegar a casa de Ferrán

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Acabamos de llegar a casa de Ferrán. Hoy han jugado a las 12.00 contra el Levante y han perdido por 1-2. Alex y Gema querían que nos fuéramos a comer con ellos pero, aquí el valenciano, no tenía ganas. No soporta perder. Y anda que no se le nota. Apenas hemos hablado en el coche y al llegar aquí lo he dejado a su bola y me he ido a la cocina a hacer algo de comer, porque me muero de hambre. Así que he hecho una tortilla de patatas con ensalada. Voy al comedor y lo veo mirar en la tele el resumen del partido y cabrearse todavía más. 

- La comida ya está - le digo desde la entrada cruzando mis brazos. Su semblante no ha cambiado y aún sigue enfadado.

- No tengo hambre Rebeca - Ferrán ni siquiera me mira respondiéndome muy bruscamente, bueno, casi gritándome.

Me muerdo los labios algo nerviosa porque odio que me griten. Esto ya lo he vivido antes y sinceramente no me apetece pasar por lo mismo. Así que me doy la vuelta y me vuelvo a la cocina para guardar la tortilla. Que se la coma cuando le dé la gana. Porque de aquí a breve me largo.

No pasan ni diez segundos cuando Ferrán entra. Tarda poco en rodearme con sus brazos. Siento su corazón como late deprisa y como al abrazarme respira nervioso.

- Lo siento. Perdóname Rebeca. No te tenía que haberte  gritado. Me ha jodido mucho haber perdido y la he pagado contigo. Lo siento mi niña.

Me agarro a sus brazos acariciando sus dedos con excesiva lentitud. Me doy la vuelta y sus manos están en mis mejillas. Sus pulgares me las acarician haciendo que yo me estremezca.

- Anda, vamos a comer que esa tortilla huele que te mueres. Se me hace la boca agua con la tortilla y con la cocinera -no puedo evitar reírme. Me gusta verlo sonreír. Ferrán tiene muchas clases de sonrisa, las cuales me gustan todas y me vuelven loca.

- Pues pon tú la mesa y haz algo por la vida -le digo yo sacándole la lengua. Él me guiña un ojo y se lleva los vasos y los cubiertos.

- Soy la razón de tu existencia pequeña.

- Soy la razón de tu existencia pequeña

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Mi pequeña locuraWhere stories live. Discover now