52: Adicciones

90 6 0
                                    

Decidí seguir caminando mientras observaba a todos lados buscándola pero una enfermera se me puso en frente deteniéndome
-Señorita ¿se encuentra bien?- preguntó está con notoria preocupación mientras me trataba de llevar a no sé dónde
-Sí- mascullé pero no presto atención y yo por alguna razón no podía hablar más fuerte o detener el paso.
Ya estábamos cerca de un consultorio en tanto sentí que me agarraban un brazo, era Illel
-Yeray ¿Qué pasa? ¿A dónde lleva a mi esposa?- instigo a la chica de blanco pero yo solo podía pensar en ¿Qué hacía aquí? Justamente veo a Oria y él aparece… a estas alturas mis manos no solo sudaban sino que se movían intranquilas
-¿Es su esposo?- me preguntó ella, yo asentí-La señorita tiene un comportamiento muy extraño, la observé saliendo apurada del ascensor y…- explicaba pero él la detuvo
-Mi hermana está en terapia intensiva, por lo tanto estamos nerviosos, ahora por favor, deme a mi esposa- ordenó con fingida amabilidad pero la enfermera aún no me soltaba
-Señor, le recomiendo que me deje examinarla…
-Que se lo diga ella misma entonces- luego, ambos me miraron expectantes, yo solo quería irme a buscarla
-Estoy bien, gracias- murmuré, ella suspiro y me soltó retirándose al consultorio
-¿Qué te pasa? Luces pálida- exclamó Illel, mientras me llevaba a unos asientos plásticos
-Buscaba la cafetería y…y me perdí- le mentí nerviosa ¿Estaría él con Oria?
-La cafetería está aquí pero más al fondo ¿Vamos? Tenemos que hablar- decretó, no me quedó más que seguirle la corriente.
Al llegar nos sentamos cerca de un ventanal
-¿Qué te pido?- preguntó, ladee la cabeza antes de responder y es que en realidad hambre no tenía y menos en un hospital
-Lo que sea pero no muy pesado- respondí algo tajante
-Yeri, no has comido desde ayer…
-Mejor voy a pedir yo misma- sentencié y lo deje hablando solo.
Minutos después regrese con una tostada y un té de manzanilla
-Bueno, no está tan mal- mencionó viendo mi desayuno, simplemente alcé los hombros y empecé a comer, ya vería como averiguar de ella después
-¿Qué quieres hablar?- indagué segundos después, una de sus cejas se arqueó
-Te quieres ir de la casa y te preguntas de que quiero hablar, increíble…- gruño
-No te estaba consultando, solo te avisé- afirme en tanto le daba sorbos a mi té evitando su mirada
- No te dejaré- aseguró tomando una posición desafiante, yo reí
-Cuando menos de te des cuenta, mis cosas no estarán allí- afirmé y mordí otro pedazo de comida, este negó con diversión
-No me retes pequeño lastre- mi corazón se aceleró pero no deje que lo notara
-Es que no te entiendo ¿Para qué me quieres ahí? Ya confesaste que no me amas, me pegaste ¿Qué más quieres?- quejé, este me miró vacilante y negó
-Aun no entiendes…
-Ándate a la mierda- escupí fastidiada, ya no solo me dolía la mejilla, ahora también la cabeza
-Ahí estaré si te vas- afirmó arisco, yo me burlé
-No, así estás desde que ella se fue
-Te equivocas ¿o no recuerdas lo del aeropuerto cuando te fuiste por meses?- cuestionó, en mi mente se impostaron todos esos recuerdos y dudé
-No se compara
-Es cierto pero fue la primera vez que sentí lo que era perder a alguien por algo que había hecho… ya no aguantaría otra vez- cerré mis ojos un momento respirando profundamente, estaba a tentada a decirle que me quedaría pero la razón estuvo en desacuerdo, además así podría comprobar lo de Oria
-Seguiré en la misma ciudad, solo regresaré a mi apartamento, Illel, no puedes negar que necesitamos tiempo y espacio- repliqué, luego di la última mordida a mi tostada y me recliné en el asiento
-No te haré cambiar de opinión, así que está bien ¿Por cuánto tiempo será?- blanquee los ojos ante su pregunta
-No lo sé, lo que tenga que durar- este asintió intranquilo
-Ok…vamos a ver a Robert- ordenó, asentí y nos fuimos

El atardecer en el cielo me indicaba que ya estaba anocheciendo, mientras recogía mis cosas para irme lo veía cada tanto, ver el cielo daba cierta paz que me faltaba y me daba valor para no llorar, pues aunque sabes que una droga te hace daño no la dejas porque te da placer y yo era una adicta a Illel, pero el cigarrillo en mis labios me recordaba que no era solo a él
“Ya quedó todo listo”
Le envié el mensaje junto con una foto de Gray comiendo, a eso había venido supuestamente, a sacarlo un rato y cambiar su comida, agua y ese césped pero estaba aprovechando para irme, creo que él lo intuía, siempre se daba cuenta de lo que quería antes que yo, o al menos existió un tiempo en el que fue así.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~Buenas tardes queridxs lectores, les traigo otro capítulo para entretenerles la semana

Espero ver sus votos y sus entretenidos comentarios 💖

Por último les recuerdo que nada de lo que hagan los personajes tiene que ser un referente para la vida real😉

Que tengas buen día 💖

Amor traumático Where stories live. Discover now