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Entrene una y otra vez para ser la mejor, tengo que ser la mejor. Tengo que buscar a mi familia y para ello, me uní a una mafia, la policía nunca me ayudaría.

—So Hee, tu turno —entré al ring. Luchar contra uno de los más fuertes es meramente entrenamiento.

Pero duele.

(...)

—Vas mejorando —me dijo mi compañero—, algún día pelearemos contra ti.

—Soy lista, es la diferencia. En fuerza jamás podría vencerlo.

—El jefe nos llama —anunció otro chico, a su lado, su novia.

Todos nos reunimos en la sala y esperamos la llegada de nuestro jefe. Alguien quién parece amargado pero a todos nos ha ayudado de alguna forma. Casi no hay peleas con otros, somos tranquilos, no nos invaden, nosotros tampoco. Minutos después bajo con ropa deportiva.

—¿Cómo están? —habló mientras se servía una copa de vino—. Espero que bien.

Si él pregunta, nadie responde, por seguridad, cualquier cosa, alguien podría alterar el audio y haber una trampa.

—Hay un nuevo proyecto, y lo quiero.

La sorpresa en el rostro de todos es evidente y él lo sabe y por eso rio.

—Younha, So Hee, Jay, Jacob, ustedes investigarán, verán cómo funciona, quiero detalles y le informaran todo a Andrew, él y su equipo armaran el plan y TODOS irán, porque presiento que será más difícil de lo que parecerá.

Todos asentimos e hicimos una reverencia. Él se fue.

Regresamos a nuestro lugar de entrenamiento y los antes nombrados nos juntamos para ponernos de acuerdo e ir al lugar.

—En la noche. Hay que ir equipados y en moto —propuse.

—¿En moto?

—Es más rápido por si tenemos que escapar —al menos Jay está de acuerdo conmigo.

—Es más ruidoso.

—No si es de los nuevos. No es mucho ruido. El problema es que no sabemos como es el terreno, es un dilema.

Ellos tienen razón, pero aún así es arriesgado ir en un carro, a menos que sea rápido, que si los hay, el problema es que nos lo presten.

—So Hee, ya vi que tienes una idea, ¿cuál es?

—Koenigsegg Regera —unos de los autos más veloces que existen, y que tenemos.

—Es una excelente idea —todos sonreimos—. Manos a la obra.

(...)

Llegamos al lugar indicado por nuestro jefe, bajamos del auto y empezamos a inspeccionar el lugar. Debemos llegar a una especie de laboratorio.

Pasamos varios edificios abandonados hasta dar con una especie de escuela abandonada, suponemos que es ahí, se escuchan gritos de dolor.

—So Hee, por aquí —negué—, ¿entonces por dónde?

—Arriba, las tuberías.

—Tu ve arriba, nosotros iremos por este lado.

Me ayudaron a subir y comencé a gatear con muchísimo cuidado de no hacer un ruido fuerte. Para mi suerte, los gritos no cesan. Llegué al laboratorio y vi a personas con batas, a otras en camilla y a otros amarrados, pálidos, los ojos desorbitados y ¿rojos?, no tienen cabello, tienen suturas en la cabeza, no parecen humanos. Me recuerdan a los monstruos de Soy Leyenda, de hecho, si son muy parecidos. Dan miedo, ¿por qué los ojos rojos? ¿Qué les hicieron?

—Llegaron —vi a uno de los científicos ir a la puerta principal. Jacob y Younha tienen amarrado a Jay, está inconciente—. Nueva víctima.

Lo llevaron a una camilla y lo amarraron.

—Excelente, veamos si esta vez si se puede convertir con una mordida —tomo una radio—. 366, ven por favor, tenemos una víctima.

En cuestión de segundos llego un ¿zombie? ¿Qué rayos es eso? El de la bata señalo a Jay.

—Muerdelo.

Su grito agudo me espanto pero aún así intente salir para salvar a Jay, pero fue tarde. Lo mordió, Jay ni siquiera se pudo defender, no pudo hacer nada.

—Funcionó —remprimi un sollozo—. 366, en las tuberías hay una chica. Buscala y matala.

366, como le llaman, miro hacia donde estoy y salto a la tubería. Maldita sea. Con mayor velocidad salí de ahí mientras me persiguen. Cargué el arma y le dispare pero no parece dañarlo. Me detuve a recargar el arma, la lámina de la tubería se venció y caí. Maldición, volví a dispararle a esa cosa. Me levanté y seguí corriendo. Saqué las llaves del Koenigsegg Regera y entré. Debo saber cómo matar estás cosas. Le di un disparo en el pecho, específicamente en el área del corazón y se detuvo. Me sonrió, una sonrisa que da escalofrío y arranque.

Inminente [Park JiMin]Where stories live. Discover now