3. Park Jimin

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Llegue a Corea del Sur y tome un camión a Busan. Ahí vivió el señor Park, seguramente su hijo está ahí también.

Según la foto y lo que investigue al infiltrarme en los archivos del Gobierno, el chico tiene mi edad y está estudiando en una academia de danza. Busque las direcciones de escuelas de danza y visite casi todas. Debo encontrar un lugar para...

—¡Hey, Jimin, vamos al cine! —rápidamente saqué la fotografía y compare. Si es él. Ahora lo que tengo que hacer es explicarle que su papá murió.

—Claro —sonrió—, sólo iré por mi mochila.

Me acerqué poco a poco a la entrada, un gritó me detuvo y voltee rápidamente. Una chica esta en el suelo y siendo pateada por otra chica. Park Jimin tendrá que esperar.

Empuje levemente a la atacante, la otra chica se arrastró un poco lejos e intento levantarse. No pudo gracias a un tipo.

—Sueltala —le dije en inglés. Bueno, no habla inglés—. Sueltala.

Ahora dije en coreano. Se rio de mí, al igual que la chica abusiva.

—No sabes con quién te metes —asentí.

—Si lo sé. Una chica que cree que por ser bonita puede hacer y deshacer a su antojo y, por supuesto, siempre trae al sirviente —ambos dejaron de sonreí y la chica intento darme una cachetada, esquive su golpe y se fue de cara al suelo—. Sueltala, lo diré por última vez.

—O si no, ¿qué? —me encogi en hombros y me acerqué a él—. ¿Qué haces? ¿Me vas a coquetear?

Tome su mano libre y doble la muñeca al punto de que empezó a quejarse y agacharse del dolor. La chica oxigenada se levanto y corrió para atacarme pero le proporcione una patada en el estómago y volvió al suelo.

El chico soltó a la víctima y tiro un golpe, lo solté y me aleje un poco para correr hacía él y asfixiarlo con mis piernas, estilo black widow. Ufff, amo Marvel. Cuando creí que fue suficiente, y escuché el grito de los estudiantes diciendo que viene la policía, lo solté. Me levanté y sacudi el polvo de mi pantalón.

—Tú no sabías con quien te metias —caminé hasta llegar con la víctima y le ayude a levantarse.

—Gracias —dijo apenas audible.

—Vamos a la enfermería. Y esto no fue de a gratis —me guío a la enfermería. Llegamos la curaron, casi me meto en problemas por ayudarla pero lo evitó.

—Mis padres vendrán por mí —me dijo.

—Me alegró —me levanté de la cama—. ¿Cuál es el cine más cercano?

—Hay uno, creo que a —hizo una pausa—, tres cuadras.

Cuadras, ni siquiera calles. Mala suerte, inténtalo para la próxima So Hee.

—Gracias —salí y corrí a tres cuadras al sur y no hay nada.

Regresé a la academia y seguí al norte. Bingo. Entré corriendo. No lo veo. Ni modo, me toca entrar a las salas. Iba a entrar a la primera pero me detuvieron.

—No puede entrar sin un boleto.

—Mi novio los compro y él ya pasó —mis dotes de actriz están a la orden del día. Me miro seriamente el supervisor pero me dejó entrar.

Y para mi suerte sí esta ahí. Llegué hasta él y me quedé sentada en la escalera, a su lado.

—¿Vas a pasar? —susurró. Negué—, ¿te quedaras ahí?

—De hecho, vengo por ti —sonreí, aunque no sé si me puede ver.

—¿Estas drogada? —me reí. Obviamente si me puede ver, la luz de la pantalla es fuerte—. Si, estas drogada.

—No, no lo estoy.

—¿Tú quien eres? —preguntó el chico de mejillas tiernas, ojos rasgados y algo bajo.

—Me enviaron a protegerte, y eso haré.

—¿Quién?

Su seguridad es mi única prioridad. No debo dar más información y sacarlo de aquí es lo primero que debo hacer.

—Vámonos.

—No me iré contigo hasta que me digas quién te envío.

—Estás haciendo un escándalo, Vámonos —dije con voz autoritaria.

—No.

Los gritos se hicieron presentes en la sala del cine. Y entró uno de ellos. Maldición, si lo encuentran será más difícil sacarlo. Atacar es su misión. Quieren a Jimin y yo debo salvarlo. Pero él tiene miedo, y yo también.

—Tu padre.

Lo saque a rastras, mientras el caos se desataba detrás de nosotros y todos corren para salvar sus vidas, aprovechamos para huir, y como era de esperarse, no es el único, hay más.

—¿Qué le paso a mi padre?

—Lo mismo que te pasará a ti si no me sigues.

Corrimos hasta la salida y bajamos las escaleras corriendo.

—¡¿Qué son esas cosas?!

—Cállate, sólo llamas su atención.

—Vienen dos siguiendonos —maldición. No traje armas.

Escanee el lugar y empecé a tirar varias cosas para que fueran como obstáculos. Salimos de la sucursal y paso un chico con una moto.

—Dame tu moto —saque un par de billetes y se los di—. Las llaves.

Me las dio. Se quito su casco y lo colocó en la cabeza de Jimin. Al menos me quitó un problema.

—Subete —le ordene en lo que yo me acomodaba y encendía la moto. Amo las motos.

—No. No te conozco —este chico me hace la vida imposible y lo conozco hace poco.

Salió el que parece ser 366 y gritó en cuanto me vio. Ay, mis tímpanos, grita peor que vieja.

—¡Subete, no es pregunta, es una orden! —se subió y me abrazo.

Acelere y llegamos a la calle principal, mucho tráfico. Por eso amo las motos, puedo pasar entre los carros. Tal vez en mi vida anterior si fui una black widow. Concentrate So Hee.

—¿En dónde vives? Para no llevarte ahí —grité—. Espera, tenemos que ir por tu madre.

—Mi mamá falleció hace 5 años —me golpeo mentalmente por lo que acabo de decir.

Me dijo en dónde vive y lo lleve por ropa. Escanee el lugar, porque las vale hacerlo a que llevarlo al hospital y explicar que unas cosas lo hirieron. Si les digo zombies no me van a creer. Tomé algunos cuchillos y los guarde cuidadosamente. Al menos tendré algo para defendernos.

Observé cuidadosamente la casa. Es pequeña, una foto de Jimin y su mamá. No está el señor Park. Bueno, es peligroso.

—¿A dónde iremos?

—A recargar gasolina a ese bebé —señale la motocicleta—, y después a un hotel. Te lo dije, cuidarte es mi prioridad y quedarte aquí es demasiado peligroso. De hecho, vámonos.

—¿Qué le paso a mi padre? —lo miré—. Al menos dime tu nombre.

Asentí. Es lo justo.

—Han So Hee, bueno, mi apellido real es Lee pero... hace mucho no sé nada de mi familia y usar el verdadero apellido es peligroso para ellos —su rostro muestra confusión.

—¿Peligroso? No me iré de aquí hasta que me digas todo.

—Era guardaespaldas de tu padre —creo que cometí una equivocación, espero que no sea muy sospechoso.

Otro grito agudo se escuchó e hizo que Jimin se espantara.

Será difícil perderlos. Mire al chico, y él a mí.

—Sólo voy a protegerte. Es lo único que haré, es la última voluntad de tu padre, necesito que confíes en mí.

—Esta bien.

Inminente [Park JiMin]Where stories live. Discover now